Según los datos de los operadores europeos que publica GIE-AGSI, a 15 de julio se encontraban al 98,2%, lo que supone 33.400 gigavatios hora (GWh) y superar en 17 puntos porcentuales la media de la Unión Europea (UE). España es así el país de la UE con el mayor nivel de llegado de sus reservas de gas. También hay que sumar los tanques de gas natural licuado (GNL), que están al 48,6%. España ya sobrepasó en mayo el requisito de llenado que impone la Comisión Europea (CE) del 90% a partir del 1 de noviembre, es decir, seis meses antes de lo establecido. El país también consiguió terminar el invierno con las reservas de gas casi al 80% de su capacidad pese al temporal de frío que azotó al territorio nacional a finales de enero como consecuencia de las borrascas Gerard y Fien. Hay países como Alemania o Italia que superan a España en volumen almacenado, aunque el porcentaje sobre el total es menor.
Las reglas comunitarias no exigen que los Estados miembro dispongan de depósitos de gas (como sí ocurre con el petróleo, donde es obligatorio contar con reservas para 90 días de consumo) y hay 160 instalaciones entre 18 socios comunitarios. Los nueve países que carecen de almacenes gasísticos son Chipre, Estonia, Finlandia, Grecia, Irlanda, Lituania, Luxemburgo, Malta y Eslovenia. A estos la normativa les obliga a asegurarse de que un país vecino almacena al menos el equivalente al 15% de su consumo anual.
Argelia, Estados Unidos y Rusia han sido, por este orden, los principales proveedores de gas natural a España en el primer semestre, según el boletín estadístico que publica Enagás. En concreto, Argelia envió 42.204 GWh de gas natural a través de gasoducto y 7.839 GWh de GNL, hasta copar el 24% del suministro. Por su parte, EE UU y Rusia proporcionaron 41.295 (20,2%) y 41.145 (20,1%) GWh de GNL, respectivamente. En junio, y de manera excepcional en lo que va de año, Rusia fue el primer país de origen con el 26,8% del gas natural suministrado. No obstante, la cantidad se redujo frente al mismo mes del ejercicio precedente y a mayo. Por otro lado, España también lidera capacidad de regasificación con un 30% del total de Europa. La ventaja de poseer plantas regasificadoras es tener una mayor independencia energética, ya que estas permiten importar GNL en barcos procedentes de cualquier país. Enagás tiene plantas de regasificación en Barcelona, Cartagena y Huelva. Además, cuenta con el 50% de la Planta Bahía Bizkaia Gas (BBG), en Bilbao, y el 72,5% de la terminal de Saggas, en Sagunto.
Las plantas de gas natural licuado españolas alcanzaron un récord de flujo neto de exportación a Francia de unos 13.825,9 GWh en 2022, según los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). En este sentido, el GNL acaparó la mayor parte de la entrada de gas a la red de transporte, con un 77%. También se registraron cifras récord en el uso de las instalaciones en otros servicios, con 338 operaciones de descarga de buques, 113 operaciones de carga de buques y un incremento de la actividad de regasificación del 47,9%. Además, se contrató el 89,7% de la capacidad de exportación al país galo.
Otro factor que contribuyó a que España fuera el centro de reexportación de gas al resto de Europa el año pasado fue la caída de la demanda nacional. Disminuyó un 3,8% respecto a 2021, con retrocesos en el sector convencional y en el suministro de camión cisterna, que no se vieron compensados por el fuerte incremento del consumo eléctrico. Por su parte, la planta de El Musel (Gijón) recibió hace unas semanas su primer barco como paso previo necesario desde el punto de vista técnico antes de la puesta en marcha comercial de la terminal, que comenzará el 31 de julio. La planta asturiana podrá aportar hasta 8 billones de metros cúbicos de capacidad al año de GNL.