Esta última lectura señala una segunda caída mensual consecutiva de la actividad total en términos de volumen después de cinco meses de expansión constante, remarca la firma en una nota, en la que detalla que «el ritmo de contracción cobró ímpetu frente al leve declive registrado al final del segundo trimestre». Las condiciones de la demanda empeoraron generalizadamente, explica, y los volúmenes de nuevos pedidos recibidos cayeron a un ritmo cada vez mayor en julio, disminuyendo en su mayor medida desde noviembre del año pasado. «El declive de los nuevos pedidos superó con creces el de la actividad total en una proporción no observada desde febrero de 2009, lo que sugiere que las firmas intentarán reducir su actividad total aún más en los próximos meses en respuesta al creciente empeoramiento del entorno de demanda».
Asimismo, detalla que el agravamiento de la pérdida de nuevos pedidos en el sector industrial, donde se ha registrado uno de los declives más intensos desde 2009, se vio acompañado de la primera caída de los nuevos pedidos recibidos en el sector servicios en los últimos siete meses. El PMI de actividad comercial del sector servicios se situó en 51.1 (52.0 en junio), su cota mínima de los seis últimos meses. Por su parte, el índice PMI del sector manufacturero retrocedió en julio a 42.7 (43.4 en junio), registrando su mínima de los últimos treinta y ocho meses.
«La actividad empresarial total de la zona euro cayó al ritmo más intenso de los ocho últimos meses en julio, marcando debilidad al comienzo del tercer trimestre. Un deterioro en los indicadores a futuro, como las expectativas respecto de la actividad futura y los volúmenes de nuevos pedidos recibidos, también sugiere la posibilidad de que la desaceleración económica se intensifique en los próximos meses, impulsando a las empresas a dar marcha atrás con respecto a la contratación de empleo», dice el informe.
Mientras tanto, las presiones de los precios «se volvieron a moderar» y los precios medios de venta «aumentaron al ritmo más lento en casi dos años y medio». Los precios cobrados por los fabricantes cayeron a una tasa no observada desde el punto álgido de la crisis financiera mundial en 2009 en medio de una demanda decreciente, mientras que en el sector servicios la inflación de los precios de venta se atenuó hasta su mínima de veintiún meses.
Si se analizan los datos por países, se observa que «Francia señaló una desaceleración especialmente intensa de la actividad total, la cual cayó por segundo mes consecutivo y al ritmo más intenso desde noviembre de 2020». Con exclusión de la pandemia, el declive fue el más marcado desde mayo de 2013, comenta S&P Global. Y es que los ritmos de contracción se aceleraron tanto en el sector manufacturero como en el de servicios, pese a que el sector industrial sufrió la tasa más robusta de declive.
No obstante, «Alemania también cayó en territorio de contracción, puesto que su actividad total disminuyó por primera vez desde enero pasado y al ritmo más intenso desde noviembre de 2022». Una caída especialmente intensa en la producción industrial alemana, que se deterioró a una tasa no observada desde 2009 (si se excluyen los meses de confinamientos por la pandemia), fue acompañada de una intensa desaceleración del crecimiento de la actividad en el sector servicios, que a su vez fue impulsada por una pronunciada pérdida de nuevos pedidos en el sector servicios.
Por su parte, el resto de la región en su conjunto «a duras penas consiguió un crecimiento muy modesto por segundo mes consecutivo, lo que representa el resultado más débil en lo que va de año» y refleja una «desaceleración cada vez más aguda en el sector manufacturero y un crecimiento más débil de la demanda de servicios», recoge el informe del PMI.
De la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank, cree que «el sector manufacturero sigue siendo el talón de Aquiles de la zona euro. Los fabricantes han reducido su producción de nuevo a un ritmo acelerado en julio, mientras que la actividad del sector servicios continúa expandiéndose, pero a una velocidad mucho más lenta que en meses anteriores».Por eso opina que la economía de la zona euro «probablemente seguirá su trayectoria a la baja en territorio de contracción en los próximos meses, puesto que el sector servicios continúa perdiendo impulso». Y comenta que otro factor que se suma a las perspectivas sombrías es el hecho de que el índice PMI de nuevos pedidos y el de pedidos pendientes de realización del sector servicios han caído en territorio de contracción por primera vez desde finales del año pasado. «Estas tendencias son especialmente pronunciadas en el sector manufacturero, lo que sugiere que su caída probablemente continúe a medida que avanza el segundo semestre de 2023».
Los expertos no han tardado en valorar estas cifras. Por ejemplo, desde Pantheon Macroeconomics valoran estos datos como «terribles», y se preguntan si el Banco Central Europeo tomará nota esta semana de la ralentización económica. «En conjunto, estos datos respaldan nuestra opinión de que la economía de la zona del euro seguirá estancada en el tercer trimestre, tras lo que consideramos otro trimestre decepcionante para el crecimiento en el segundo trimestre», destacan los expertos de esta firma.
Apuntan que la economía de la zona del euro «se ha estancado en términos reales y los riesgos se inclinan cada vez más a la baja», aunque hasta ahora el BCE «ha dicho muy poco sobre los índices PMI y el débil crecimiento general», en Pantheon sospechan que «estos datos son lo suficientemente pobres como para figurar en el debate del jueves», cuando el banco central se reúne para decidir sobre los tipos de interés. «Seguimos pensando que los desagradables datos salariales del segundo trimestre empujarán al banco central a una última subida de 25 puntos básicos en septiembre, pero esta decisión pende de un hilo», concluyen.
Por su parte, desde Oxford Economics comentan que estos datos «confirman que el deterioro de las condiciones macroeconómicas ya está en marcha y se extiende de la industria manufacturera a otros sectores». «En nuestra hipótesis de base esperamos un crecimiento moderado para el segundo semestre del año», dicen, pero los datos del PMI sugieren que «aumenta el riesgo de una pequeña contracción del PIB de la eurozona en el tercer trimestre». De hecho, «el sector servicios no está proporcionando suficiente apoyo para compensar la debilidad del sector manufacturero», concluyen.