Las estimaciones del FMI para este año se encuentran por encima de las realizadas en abril y mayo por el Gobierno (2,1%) y la Comisión Europea (1,9%) y, más recientemente, por la OCDE (2,1%) y el Banco de España (2,3%). No obstante, el organismo dirigido por Georgieva congela las expectativas económicas para el año que viene al 2%, en línea con el crecimiento de la economía mundial, que se estabilizará en 2024 en un 3% interanual, lo mismo que en 2023. Pese a que la institución mantiene igual el alza del PIB español para 2024, España conserva el puesto como la principal economía del bloque occidental que más crecerá el próximo ejercicio.
De este modo, España se sitúa a la cabeza del crecimiento esperado en 2023 entre las principales economías avanzadas en las nuevas proyecciones publicadas por la institución, después de que el FMI haya aplicado al país la mayor revisión al alza para el pronóstico de expansión en este año. De hecho, si bien la nueva previsión del Fondo para España en 2023 supone una mejora de un punto porcentual respecto de su pronóstico del pasado mes de abril del 1,5%, en lo que va de año ha aumentado en 1,4 puntos porcentuales su estimación del ritmo de recuperación para la economía española, ya que en enero anticipaba una expansión del 1,1%.
En este sentido, el FMI ha destacado que esta significativa mejoría de su previsión de crecimiento para España en 2023 tiene en cuenta la mayor solidez demostrada por parte de los servicios y el turismo, lo que también ha contribuido a mejorar las previsiones de países como Italia, aunque en el caso del país transalpino la mejora ha sido sólo de cuatro décimas, hasta el 1,1% en 2023, mientras que en 2024 se prevé una expansión del 0,9%.
El Ministerio de Economía destaca que «en un entorno internacional de incertidumbre, el FMI mejora un punto la estimación de crecimiento del PIB de España, una de las mayores revisiones al alza». Y que España tendrá el crecimiento más alto de las principales economías desarrolladas en 2023 y 2024, con un crecimiento que este año será casi el triple que el estimado para la zona euro (0,9%), gracias a la buen comportamiento de los servicios y el turismo.
Eurozona: 0,9% en 2023, 1,5% en 2024
Entre el resto de las principales economía de la zona euro, las nuevas proyecciones del FMI contemplan que Alemania sufra este año una contracción del PIB del 0,3%, dos décimas peor de lo esperado en abril, mientras que para 2024 anticipa un rebote del 1,3%, dos décimas más fuerte de lo previsto anteriormente.
En el caso de Francia, las nuevas proyecciones del FMI auguran un crecimiento del PIB del 0,8% este año y del 1,3% en 2024, lo que supone una mejoría de una décima para este año, mientras que mantiene el pronóstico para el próximo ejercicio.
De tal modo, para el conjunto de la zona euro, las nuevas previsiones del FMI apuntan a un crecimiento del 0,9% en 2023 y una aceleración hasta el 1,5% el próximo año, lo que supone en ambos casos una revisión al alza de una décima en comparación con los pronósticos del pasado mes de abril.
Mundo: 3,%, «pero aún no está fuera de peligro»
El FMI ha revisado dos décimas al alza su previsión de crecimiento para la economía mundial en 2023, cuando el PIB global crecerá un 3%, el mismo ritmo de expansión que mantendrá un año después. Pero avisa que es prioritario lograr una desinflación sostenida que garantice la estabilidad financiera.
«La economía mundial va por buen camino, pero aún no está fuera de peligro», ha señalado el economista jefe del FMI. «A corto plazo, las señales de progreso son innegables», aunque la subida de los tipos de interés para combatir la inflación sigue lastrando la actividad económica. «Las inquietudes inmediatas sobre el sector bancario se han disipado, pero las altas tasas de interés están filtrándose poco a poco al sistema financiero», advierte el FMI.
La desaceleración del crecimiento proyectada para las economías avanzadas en 2023 sigue siendo significativa, pasando del 2,7% en 2022 al 1,5% este año, dos décimas más de lo anticipado en abril, y una expansión del 1,4% en 2024.
En el caso de EEUU, proyecta un crecimiento del 1,8% en 2023 y que continúe frenándose hasta el 1% en 2024, lo que implica una revisión al alza de dos décimas para 2023 y una rebaja de una décima para el próximo año.
El Reino Unido frenará su expansión al 0,4% en 2023, para repuntar el próximo año al 1%, con una revisión al alza de siete décimas en el pronóstico de 2023.
Para Japón se prevé que el crecimiento sea del 1,4% este año, una décima más que en abril, y del 1% el año que viene.
Para las economías emergentes y en desarrollo, el FMI proyecta que el crecimiento será del 4% en 2023 y del 4,1% el próximo año, con una modesta revisión al alza de una décima para 2023 y otra a la baja para 2024.
El FMI mantiene su previsión de crecimiento para China en el 5,2% para 2023 y el 4,5% para 2024. India crecerá a un ritmo del 6,1% este año, lo cual supone una revisión al alza de dos décimas, mientras que mantiene en el 6,3% la expansión esperada en 2024.
En el caso de Rusia, el FMI ha revisado ocho décimas al alza su pronóstico de crecimiento del PIB para este año, hasta el 1,5%, mientras que mantiene sin cambios el de 2024, en el 1,3%.
La inflación general mundial disminuirá desde una media del 8,7% en 2022 al 6,8% en 2023 y al 5,2% en 2024, como se proyectaba en términos generales en abril, aunque se situará por encima del promedio del 3,5% anterior a la pandemia (2017-19).
Por otra parte, considera necesario ajustar la política económica en función de los datos y evitar una distensión prematura, antes de que las presiones de los precios se hayan moderado debidamente. «Si bien los principales responsables de restaurar la estabilidad de los precios son los bancos centrales, los recortes del gasto público y las subidas de impuestos por medio de leyes para garantizar la sostenibilidad de la deuda pública pueden reducir más la inflación, al moderar la demanda agregada y al apuntalar la credibilidad general de las estrategias de desinflación»
La mejora de expectativas en el caso de España se debe a una “mayor solidez de los servicios y el turismo” que, además de mejorar los augurios para la economía española, también elevan en cuatro décimas el crecimiento para países como Italia. En la otra cara de la moneda se encuentra Alemania, que profundiza en dos décimas su contracción económica hasta el 0,3%, debido a la debilidad de las manufacturas y los males resultados de la contabilidad del país en la primera mitad del año.
Esta composición desigual de las economías europeas hace que la eurozona revise en una décima al alza, pero siga mostrando claras señales de ralentización para este ejercicio, al pasar de crecer un 3,5% en 2022 a un 0,9% en este ejercicio, según las previsiones del FMI.
En el apartado financiero, el FMI indica que los mercados han aumentado sus perspectivas de que la política monetaria se endurezca, pero siguen previendo una política menos restrictiva de lo indicado por las autoridades, lo que agrava el riesgo de que si se anuncian datos de inflación desfavorables “se desencadene un aumento repentino de las expectativas sobre las tasas de interés y una caída en los precios de los activos”.
Por último, la institución afirma que es momento de poner en marcha procesos de consolidación fiscal, debido al aumento de los déficits públicos y los ratios de deuda pública que provocaron la pandemia y los efectos de la invasión a Ucrania. En 2024, el FMI proyecta un ajuste fiscal medio de 0,5% del PIB, tanto en las economías avanzadas como en las de mercados emergentes y en desarrollo.