La nueva red de fibra óptica (FTTH) proporciona unas prestaciones muy superiores a la antigua red de cobre y necesita un menor número de centrales para atender a la población. Por eso, muchas centrales ya no son necesarias y alrededor de 8.525 tienen fecha de cierre. En este sentido, 2.911 habrán cerrado al finalizar 2023, tras lo que Telefónica continuará avanzando en 2024. El cierre de las centrales tiene un impacto sobre los operadores y por ello se regula este proceso en los análisis de mercados de banda ancha, ya que Telefónica tiene impuesta una obligación de dar acceso a su red. No en vano, los masivos despliegues de FTTH y los procedimientos establecidos por la CNMC facilitarán el cierre de los servicios de cobre, con una fecha firme de cierre para cada central.
No obstante, el cierre de la central de San Marcial en San Sebastián fue comunicado en 2016 para completarse a los 5 años, en octubre de 2021, pero fue suspendido debido a las dificultades para desplegar fibra en el casco viejo de la ciudad.
Por tanto, esta es la única central sin fecha de cierre en firme, ya que se deberán solventar antes las dificultades que justificaron la suspensión, tras lo que Telefónica ha solicitado a la CNMC que fije una nueva fecha de cierre definitiva.
Este proceso de cierre de centrales de cobre supone un paso adelante para conseguir unas redes modernas y eficientes, que ayuden a cumplir con los objetivos de conectividad planteados por la Agenda España Digital 2026, así como la Sociedad Gigabit 2025 y la Década Digital para 2030 de la Unión Europea. Por último, cabe destacar que la sustitución de la red de cobre por una red de fibra contribuirá a los objetivos europeos en materia de eficiencia energética.