La población activa, por su parte, ha crecido durante el segundo trimestre. La ocupación creció en 603.900 personas en el segundo trimestre, lo que supone el mejor comportamiento en dicho trimestre desde 2002. La cifra de ocupados quedó situada en 21,06 millones de personas, superando el umbral de los 21 millones, aunque debe recordarse que dentro de esta cifra se contabilizan los trabajadores con contratos fijos discontinuos, aunque se encuentren en períodos de inactividad. El paro ha descendido en 365.300 personas en el trimestre, hasta los 2,76 millones, mientras que la población activa creció en 238.600 personas. La tasa de paro disminuyó 1,7 puntos, hasta el 11,60%.
El comportamiento claramente positivo de la ocupación, el mayor incremento en un segundo trimestre en los últimos 20 años, contrasta con la evolución económica en el mismo período, con un crecimiento del PIB por debajo del potencial. Asimismo, persisten una serie de factores negativos tanto internos -degradación de la renta disponible de los hogares, subida de tipos de interés- como externos -problemas de las cadenas de suministro, guerra en Ucrania-, por lo que no era esperable una evolución tan positiva
de la ocupación. El número de ocupados se ha situado en 21,06 millones de personas, tras medirse un crecimiento trimestral de 603.900 ocupados, mientras que en términos interanuales se mide un aumento de 588.700 ocupados, tras recuperar un punto porcentual.
En cuanto a la evolución de la actividad, el aumento de 238.600 activos explica por qué el paro ha descendido menos de los que ha crecido el empleo: el paro descendió en 365 mil personas mientras que el aumento de la ocupación fue de 604 mil. La tasa de actividad ha crecido cuatro décimas en el segundo trimestre, hasta un 58,97%. En términos interanuales la población activa ha acelerado su crecimiento, hasta un 1,85%.
El aumento trimestral del empleo, por primera vez desde la entrada en vigor de la reforma laboral, no afectó a los asalariados temporales. El aumento de la ocupación en el segundo trimestre ha sido, por primera vez en mucho tiempo, más intenso entre los trabajadores por cuenta propia (+3,14%, +97.300 personas) que entre los trabajadores asalariados (+2,91%, +505.500 personas). Dentro de los trabajadores por cuenta propia ha crecido con
mayor intensidad los empleadores (+34.500, +3,51%) mientras que han crecido un 3,28% los trabajadores por cuenta propia sin trabajadores a su cargo.
Entre los trabajadores asalariados, el segundo trimestre del año se ha caracterizado por un aumento tanto de aquellos que tienen contrato indefinido (+410.100, +2,86%) como de los que tienen contratos temporales (+95.400, +3,18%). En términos interanuales se observa una tendencia iniciada con la reforma laboral, con un descenso en el caso de los que cuentan con contrato temporal (-764 mil, -19,81%) frente a un aumento de los que cuentan con un contrato indefinido (+1,31 millones, +9,77%).
La tasa de temporalidad se mantiene estable en el segundo trimestre en un 17,3%, lo que indica que casi 5 de cada 6 trabajadores asalariados en España cuentan con un contrato indefinido.
El aumento del empleo en el segundo trimestre se produjo solo en el sector privado (+3,60%) ya que en el público se produjo un ligero descenso (-0,17%), y su nivel de empleo se situó en 3,52 millones de personas, muy cerca del récord histórico del último trimestre de 2022. Los ocupados en el sector privado se sitúan en un nivel de 17,54 millones.
El aumento del empleo en el segundo trimestre ha sido generalizado por tramos de edad, pero especialmente cuantioso en la franja de 25 a 34 años. En el mencionado segmento el aumento trimestral ha sido de 192 mil ocupados. En términos interanuales se miden caídas de empleo en la franja de 40 a 44 años, que se cifran en 58 mil ocupados. En el resto, siguen aumentando, con especial intensidad entre los mayores de 50 años (+337 mil ocupados).
Por sectores, en el segundo trimestre ha crecido la ocupación en Servicios (+606.000), Construcción (+60.900) y Agricultura (+1.500), mientras que ha caído en Industria (-64.500). En términos interanuales el empleo desciende en Industria (-1,82%) y Agricultura (-5,02%) y crece en Servicios (+4,23%) y Construcción (+1,55%).
El aumento del empleo en el segundo trimestre se ha producido en todas las comunidades autónomasy en Melilla. Los mayores aumentos del empleo se han medido en Cataluña (+132.700), Baleares (+108.100) y Madrid (+77.300). En términos interanuales el empleo aumenta en todas las comunidades autónomas, midiéndose los mayores aumentos en Cataluña, Andalucía y Madrid.
La tasa de paro desciende hasta el 11,60%, con una diferencia de 3 puntos entre hombres y mujeres El paro medido a través de la EPA ha descendido en 365.300 personas en el segundo trimestre del año y la tasa de paro disminuye hasta el 11,60%, con una incidencia 3 puntos por encima en el caso de las mujeres (13,16%) que en los hombres (10,19%). En términos interanuales la tasa de paro desciende 0,89 puntos. El descenso trimestral del paro se ha medido en todas las franjas de edad, con mayor incidencia en el segmento de 25 a 54 años, donde el descenso ha sido de 328.500 parados, seguido a gran distancia por el descenso experimentado por los mayores de 55 años, de 29.800 parados.
Por otra parte, la tasa de temporalidad en el sector privado se sitúa en el 13,9%, mientras que en el público alcanza el 31,1% Hace 19 trimestres, casi 5 años, se observó por última vez unas tasas de temporalidad superiores en el sector privado que en el público. En el último trimestre de 2018 en el sector privado dicha tasa ascendió
al 27,0%, mientras que en el público se situaba en un 26,3%. Desde dicho período, la tasa en el sector privado fue descendiendo, hasta situarse en un 13,9% en la actualidad -tras haber repuntado dos
décimas en el segundo trimestre como consecuencia de la incidencia que tiene en esta variable las contrataciones estacionales vinculadas a la campaña turística-. Por el contrario, en el sector público la tasa de temporalidad ha ido creciendo y en este segundo trimestre de 2023 se sitúa en un 31,1%. De hecho, la temporalidad en el sector público lleva 10 trimestres consecutivos, desde el inicio de 2021, por encima del 30% y no refleja síntomas de una tendencia a la reducción.
En el sector privado la tendencia de reducción de la temporalidad tiene una larga trayectoria previa a la reforma laboral (de un 28,2% en 2017T3 a un 22,1% en 2022T1, justo antes de la entrada plena en vigor de dicha reforma), y en dicho caso constituye una disminución genuina de la temporalidad, mientras que la observada con posterioridad a la reforma -donde la temporalidad en el sector privado ha caído 6 puntos porcentuales en 5 trimestres, hasta el actual 13,9%- es fundamentalmente una reducción estadística, puesto que la reforma laboral ha encubierto actividades estacionales o temporales bajo el manto de un contrato indefinido de corta duración o con períodos de inactividad.
En el caso del sector público, lo más llamativo es, sin duda, el carácter refractario de su temporalidad a la reforma, puesto que lejos de descender, se mantiene sólidamente por encima del 30% y lleva la diferencia con el sector privados a niveles récord durante el último año