El gobierno catalán prepara algunos retoques en el impuesto a las emisiones de los grandes barcos para adaptarlo mejor a la realidad del sector portuario tras el diálogo mantenido en los últimos meses con el sector y con actores clave como el Puerto de Barcelona, que avala estos cambios. Así lo ha explicado el presidente del Puerto de Barcelona, Salvadó, que considera «se ha caminado mucho» para mejorar este nuevo impuesto, mientras que fuentes del departamento de Economía de la Generalitat no han detallado qué cambios se han introducido,
Salvadó, que en febrero alertó de que este impuesto podía provocar la deslocalización de cruceros, portacontenedores u otros grandes barcos para ir a otros puertos donde no tuvieran que pagar, considera ahora, tras las últimas versiones de esta nueva normativa, que el gobierno catalán ha mejorado su propuesta. En la versión conocida hasta ahora, el anteproyecto de ley consideraba gran barco a aquella embarcación con una capacidad superior a 5.000 toneladas y establecía un gravamen de 1 euro/Kg/NOx/PM, es decir, de 1.000 euros por tonelada de emisión, que se incrementaría año a año hasta llegar a los 3,5 euros en 2026, el cuarto año de aplicación.