La divisa había estado fluctuando a lo largo de la semana, pero las perspectivas de que los tipos de interés alcancen un máximo inferior al 4% sin que haya señales claras de que la inflación subyacente tiende a la baja pesaron sobre la divisa, y el resto de divisas del G10 le siguieron a la baja frente al dólar. Las divisas de los mercados emergentes resistieron muy bien el repunte del dólar y, de hecho, el rand sudafricano, el peso mexicano y el real brasileño encabezaron el ranking de resultados la semana pasada.
Esta será una semana repleta de datos. Hoy se publica el crecimiento del PIB del segundo trimestre y la inflación preliminar correspondiente a julio de la eurozona. Será clave ver si estos dos datos confirman el giro moderado del BCE; si la inflación subyacente sorprende al alza, las cosas podrían ponerse interesantes en los mercados de divisas. El jueves se reúne el Banco de Inglaterra. El viernes es el turno del informe de nóminas de EE.UU., un dato clave que llega tras una racha de sorpresas económicas positivas que hablan de la sorprendente resistencia de la economía estadounidense a pesar de las subidas de tipos. Agosto es tradicionalmente un mes tranquilo en los mercados de divisas, pero dado el cúmulo de incertidumbres, 2023 podría ser la excepción.
EUR
El clima sombrío del sector manufacturero arrastró los índices PMIs a un nivel coherente con una recesión. Sin duda, esto pesó sobre el Consejo de Gobierno del BCE, que, tal y como se esperaba, decidió subir los tipos, pero dejó claro que la reunión de septiembre estaba totalmente abierta. El tono de Lagarde en la rueda de prensa reforzó la sensación de cautela y la perspectiva de un tipo de interés terminal inferior al 4% provocó una fuerte caída del euro.
El BCE parece apostar a que la inflación es un indicador tardío que no puede dejar de bajar dada la debilidad de la economía y la tendencia desinflacionista claramente visible en EE.UU. y en la mayoría de los mercados emergentes. Los datos preliminares de inflación pondrán a prueba hoy mismo esta visión.
USD
La Reserva Federal volvió a subir los tipos de interés la semana pasada y dejó la puerta abierta a nuevas subidas en el caso de que los datos entrantes lo justifiquen. La aparente tendencia a la baja en la inflación podría significar que el ciclo de subidas ha terminado, pero la economía estadounidense sigue superando las expectativas y el tenso mercado laboral se resiste a ceder. El PIB del segundo trimestre que conocimos la semana pasada sorprendió al alza, impulsado por el aumento de la inversión empresarial.
Se espera que el informe de empleo de esta semana muestre un mercado laboral aún tenso, con una tasa de desempleo muy por debajo del 4% y unas subidas salariales que por fin superan a la inflación. El contraste con el estancamiento de la economía europea puede impedir que el euro continúe su rally de 2023 a corto plazo.
GBP
La libra reaccionó sorprendentemente bien a los malos datos del índice PMI de actividad empresarial publicados la semana pasada. Sin embargo, se está abriendo una brecha entre estas encuestas empresariales y los datos económicos reales, que siguen mostrando resistencia y son coherentes con un mercado laboral tenso y una gran capacidad de consumo.
Las previsiones para la reunión del Banco de Inglaterra de esta semana se han enfriado tras la última sorpresa positiva sobre la inflación, pero los mercados siguen valorando una pequeña posibilidad de una subida de 50 puntos básicos y existe la certeza de que al menos habrá una subida de 25 puntos básicos. En cualquier caso, la libra sigue fuerte y es la divisa del G10 con mejor rendimiento en lo que va de 2023.