El índice PMI también ha registrado que el sector alcanzó los 52,8 puntos en julio, por debajo de los 53,4 de junio, pero por encima del umbral de 50 puntos que separa el crecimiento de la contracción. Tanto la actividad comercial como los nuevos pedidos aumentaron, pero a los ritmos más bajos en seis y siete meses, respectivamente, mientras que los niveles de empleo también subieron, aunque al compás más débil desde febrero de este año.
El grado de confianza cayó hasta el nivel menos pronunciado desde marzo pasado, aunque se mantuvo «una sensación general de optimismo entre las empresas» basada en «las esperanzas de una estabilidad política, mayor afluencia de clientes e inversión en el desarrollo de nuevos productos».
Respecto al aumento de los costes de los insumos, fue el menos pronunciado desde abril de 2021 y la tasa de inflación de los precios cobrados disminuyó hasta su mínima de veintidós meses, detalla S&P.
Una desaceleración cada vez más profunda del sector manufacturero y un estancamiento casi total de la actividad en el sector servicios hacen que la zona euro haya comenzado el tercer trimestre con la contracción más rápida de la actividad total desde noviembre del año pasado, según el índice PMI.