«Condonar la deuda no es gratis, porque el Estado se quedaría con ella. Sólo cambiaría de manos y, además, generaría un problema de incentivos», señala el economista, que ,además añade que, si se les perdonara la deuda, las comunidades autónomas confirmarían la «creencia» de que «siempre» se las termina rescatando económicamente y, por tanto, asegura De la Fuente, gastarían con más facilidad sus fondos.
El sistema de financiación autonómica, es decir, el mecanismo a través del cual el Estado da dinero a las comunidades funciona mediante dos procesos: las entregas a cuenta, que es el dinero que el Estado da a las comunidades autónomas en función de lo que se prevé que ingresen, y una liquidación que se entrega tras conocer los ingresos reales.
Como recuerda el economista, este sistema lleva sin reformarse ni actualizarse desde 2014. «La verdad es que han sido años muy complicados por muchos motivos, la crisis económica, la pandemia, la guerra… Pero, aparte de eso, es complicado porque estamos hablando de repartir el dinero a las comunidades. Es difícil ponerlas de acuerdo en los criterios y la forma de hacerlo», subraya De la Fuente.
Además, el director de Fedea señala que es una decisión política, algo que no simplifica la situación. Para poder reformar este sistema, el economista explica que habría que aprobar una ley, pero antes se suele acordar el contenido de la misma en el Consejo de Política Fiscal y Financiera y también hay un periodo de negociaciones y propuestas.
Según De la Fuente, se han intentado dar algunos pasos para desbloquear la financiación autonómica: en 2017 se crearon dos comisiones, una para la reforma de la financiación autonómica y otra para la local y, en 2021, Hacienda realizó una propuesta para cambiar la forma en la que se calcula la población ajustada –un mecanismo para calcular cuánto dinero debe dar el Estado a cada autonomía–.
«Estas propuestas no tuvieron muy buena recepción y el proceso se quedó estancado. Seguramente no vieron posibilidades de llegar a un acuerdo. Estamos hablando de criterios de reparto, entonces, cada comunidad defiende las cosas que le interesan y es muy difícil llegar a un acuerdo sobre esa base», indica De la Fuente, que formó parte de una de las comisiones para revisar el modelo de financiación autonómica.
No obstante, De la Fuente ve poco probable que el Ejecutivo lo haga sólo con Cataluña: «Dudo mucho que esto se pueda hacer sólo para Cataluña. No me extrañaría que se llegara a un acuerdo para condonar parte de la deuda autonómica, cosa que no me parece buena idea que pasara. Pero, si pasa, será seguramente para todas o para muchas comunidades autónomas. Aceptarlo sólo en el caso catalán tendría un coste político muy alto». Preguntado sobre cuál cree que sería el mejor escenario para la economía española, resalta que un acuerdo «sensato» para la reforma de la financiación sería «una excelente noticia», pero duda de las probabilidades reales de que esto ocurra.
«Es más fácil que se llegue a un acuerdo para hacer cosas que seguramente no sean buena idea, como condonar la deuda», concluye.