«La tasa de inflación se ha debilitado un poco, pero se mantiene en un nivel alto. La evolución de los precios de los alimentos en particular está impulsando aún más la inflación. Además, los precios de la energía aumentaron algo más que en los dos meses anteriores», explican.
Los precios de los productos energéticos fueron un 5,7% superiores a los del mismo mes del año anterior. No obstante, los alimentos siguen siendo el principal impulsor de precios. En julio, aumentaron un 11% y casi todos los grupos de alimentos continuaron siendo más caros que un año antes. Los precios de los bienes en su conjunto aumentaron un 7% en julio. Los bienes de consumo no duradero aumentaron de forma especialmente acusada, con un 8,6%, debido principalmente a la subida de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas (10,9%). Los precios de los bienes duraderos subieron un 4,5%.
Por su parte, los precios del conjunto de los servicios fueron un 5,2% superiores a los del mismo mes del año anterior.