La socimi compró hace más de dos años, en plena crisis de la pandemia de Covid-19, una parte mayoritaria de un proindiviso del inmueble, que había tenido uso mixto (de oficinas y viviendas) y que actualmente permanece vacío. La intención inicial de la compañía era abordar allí un proyecto de oficinas, pero ante el elevado interés de posibles compradores para reconvertir el edificio en viviendas, Merlin ha decidido desprenderse de un activo que considera no estratégico, según revelan fuentes del sector inmobiliario.
Esa zona es una de las más caras de la ciudad, con escasos proyectos nuevos de edificios residenciales rehabilitados, por lo que es complicado conocer posibles precios de casas allí ubicadas. En los mejores apartamentos de ese barrio, conocido como Recoletos dentro del distrito del Barrio de Salamanca, las mejores viviendas pueden alcanzar importes de más de 10.000 euros por metro cuadrado, según se puede comprobar en la web de Idealista.
La venta del inmueble se realizará mediante subasta judicial al ser un proindiviso de Merlin y un particular. El juez tendrá que proceder a dividir lo que legalmente se conoce como la “cosa común”. A partir de ahí, la puja más alta se llevará el inmueble. Según ese reparto proporcional, Merlin podría recibir alrededor de 30 millones.
Merlin ha comenzado, de esta forma, a replantearse algunos proyectos concretos de oficinas que puedan ser reconvertidos en residencial. Además del de la calle de Velázquez (esquina con la de Jorge Juan), escucha ofertas por uno de los edificios que conforman el parque empresarial Ática XIX, ubicado en Pozuelo de Alarcón, uno de los municipios con la renta per cápita más elevada de España
Los activos de oficinas, actualmente, son los menos apetecibles para los inversores. Desde la pandemia de Covid-19 y, debido al auge del teletrabajo, surgió la tendencia con raíz en EE UU de penalizar la tasación de este tipo de propiedades.
Sobre la conversión de espacios empresariales en residencial, recientemente la consultora EY calculó que en Madrid y Barcelona podrían reconvertirse alrededor de 2,5 millones de metros cuadrados de oficinas en 28.000 viviendas, tal como publicó Cinco Días a mediados de julio. En ese informe se destacaba, precisamente, que en la zona de las calles de Serrano y Velázquez se podría poner en el mercado nueva oferta para 1.599 nuevas viviendas. En ese estudio se abogaba porque la moderna oferta de espacios empresariales debe centrarse en ubicaciones como Azca y en el futuro Madrid Nuevo Norte o en el 22@ de Barcelona.
El atractivo de Madrid y Barcelona
Británicos y rusos se posicionan a la cabeza en el ranking de adquisiciones en España, seguidos de alemanes y franceses. Pese a que España se ha posicionado en la mente de los extranjeros como un país cuyo atractivo se centra sobre todo en la riqueza de sus costas y encantos naturales, el porcentaje de ellos que deciden enfocar sus proyectos en las dos principales metrópolis de España crece cada vez más. De esta manera, Madrid y Barcelona, una combinación de tradición y modernidad, así como una amplia gama de oportunidades comerciales y de inversión. Además, el constante incremento del turismo y las posibilidades laborales continúan impulsando dicha demanda tanto en el mercado de alquiler como en el de compra de viviendas. Esto no hace más que crear un contexto favorable para estos inversores, compradores y vendedores que posicionan el territorio español como una coyuntura positiva.
La adquisición de propiedades por parte de estos inversores, también en áreas turísticas para alquileres vacacionales, ha impulsado la demanda y los precios en esas áreas. El mercado inmobiliario en España puede ser heterogéneo, con variaciones significativas en precios y demanda dependiendo de la ubicación y el tipo de propiedad. La variación anual del Índice de Precios de Vivienda (IPV) en el cuarto trimestre de 2022 disminuyó en 2,1 puntos y se situó en el 5,5%. En la actualidad, el precio medio de la vivienda ha registrado un descenso trimestral del -1,5%, situando así el precio medio en 1.921 €/m². Podemos deducir de estos datos que, la situación inmobiliaria permanece favorable de cara a poder seguir recibiendo inversiones extranjeras debido a estas reducciones del valor de las viviendas, facilitando así el interés por la adquisición de estas.