«Ya no dependemos de los combustibles fósiles rusos en general: las importaciones de carbón han cesado y las de petróleo son sólo una fracción de lo que eran antes de la guerra», afirmó Jahnz durante una rueda de prensa de la Comisión Europea. En abril de 2022, los países de la UE acordaron vetar la compra de carbón ruso en respuesta a la invasión de Ucrania, mientras que en junio del año pasado, los Veintisiete también acordaron un embargo parcial sobre el petróleo de Rusia. Por lo que respecta al gas natural, el portavoz de la Comisión Europea afirmó que, a fecha de marzo de 2023, tan sólo el 8% del conjunto de las importaciones de gas procedía de Rusia, lo que contrasta con la situación previa a la guerra, cuando el gas ruso representaba más del 50% de las importaciones de los Veintisiete.
«Eso es gracias a un programa muy intenso de búsqueda de proveedores alternativos en el que la Comisión ha estado muy comprometida», explicó Jahnz en la rueda de prensa. En este sentido, el portavoz destacó que en el último año la UE «ha superado los objetivos» del plan RepowerEU, diseñado por Bruselas con el fin de reducir la dependencia del gas, el petróleo y el carbón de Moscú y reforzar la soberanía energética europea.
«Además del trabajo para diversificar las fuentes, también estamos comprometidos en impulsar notablemente las energías renovables, que es otra forma no sólo de luchar contra el cambio climático, sino también de desprendernos de los combustibles fósiles», zanjó el portavoz comunitario.