Hay que recordar que, desde que el organismo japonés ajustara su postura sobre su política de control de la curva de rendimiento a finales de julio, el yen ha estado debilitándose constantemente.
En su última reunión, en julio, el BOJ prometió una «mayor flexibilidad» en la política de control de la curva de rendimientos. De hecho, anunció que ofrecerá la compra de bonos a 10 años al 1% todos los días hábiles mediante operaciones a tipo fijo, a menos que no se presenten ofertas, una medida que amplía de hecho su tolerancia en otros 50 puntos básicos. A este respecto, el BOJ ha explicado que «seguirá permitiendo que los rendimientos del JGB a 10 años fluctúen en un rango de alrededor de más y menos 0,5 puntos porcentuales desde el nivel objetivo». Además, en septiembre de 2022, el gobierno de Japón y el BOJ intervinieron para comprar yenes a 145 por dólar.
Desde HSBC consideran que es probable que el Ministerio de Finanzas de Japón «comience a retroceder en el rango de 145-148». Sin embargo, si el BOJ y el gobierno japonés no intervienen, puede que las posiciones cortas en el yen «se reconstruirán aún más», según recoge ‘CNBC’. Por su parte, en RaboResearch señalan que los comentarios del gobernador del BOJ sobre el tipo de cambio pueden haber alentado la especulación de que la debilidad del yen resultará en más alcista en los rendimientos a 10 años. Ven el cruce dólar/yen en 145 a tres meses vista. «El yen japonés cayó a su punto más bajo del año frente al dólar, rompiendo el nivel crítico de 145. Esto ha llevado a la especulación sobre si el Banco de Japón intervendrá o permitirá mayores rendimientos de JGB para ayudar al yen», comentan en SPI Asset Management.