El vicepresidente del Banco Central Europeo, de Guindos, ha destacado el proceso de «normalización» en el que se encuentra inmersa la economía española, que este año registrará una desaceleración del crecimiento y del empleo que ya comenzó a notarse desde el pasado verano.
En una entrevista en ‘Onda Cero’, el exministro español de Economía ha destacado que el país cuenta con dos aspectos positivos, como un sistema financiero saneado, así como una economía competitiva con superávit de la balanza de pagos. En este sentido, tras subrayar que el BCE no realiza proyecciones de país, ha apuntado el proceso de normalización de la economía española, que espera registrará este año «una desaceleración», que se está dejando notar desde el pasado verano, incluyendo en la creación de empleo. El 2023 será un año complejo para el conjunto de la eurozona», ha resumido el vicepresidente del BCE, aunque ha destacado que en los dos últimos meses se ha modificado la percepción de la evolución de la economía. «Somos algo más positivos la Comisión Europea y el BCE»
En cuanto a la inflación, Guindos ha señalado que la reducción registrada en los últimos meses se ha producido desde niveles muy elevados, por lo que la referencia sigue claramente por encima del objetivo del banco central. De este modo, ha insistido en que el Consejo de Gobierno del BCE irá «partido a partido» en sus decisiones, que adoptará en función de los datos. «La inflación es el principal problema económico de la zona euro en los últimos meses y si queremos una recuperación sana es importantísimo que se reduzca».
Asimismo, el vicepresidente del BCE ha señalado la complejidad de introducir un tope a las hipotecas ante la subida de los tipos de interés, advirtiendo de que puede tener efectos negativos colaterales. «Es complicado (topar)», ha subrayado Guindos, para quien «en Economía el camino al infierno esta lleno de buenas intenciones» y mensajes aparentemente adecuados pueden tener consecuencias y hacer que las entidades dejen de conceder hipotecas a determinados grupos.
Por otra parte, ha recordado que el informe del BCE sobre el impuesto temporal a la banca aprobado en España «no es el informe de Luis de Guindos», apuntando que el vicepresidente del BCE «no es tan poderoso» como para modificar los informes del banco central.
Por otro lado, el vicepresidente del BCE, que ha expresado su intención de cumplir los más de tres años de mandato que le restan en la entidad, ha insistido en que la política fiscal no debería entrar en conflicto con la política monetaria, ya que esto puede obligar a reaccionar con mayor intensidad al banco central. De este modo, ha reiterado que la política fiscal debe ser selectiva y no consistir en ayudas generalizadas, sino en subsidios, subvenciones y bajadas de impuestos focalizadas en los más vulnerables. A este respecto, ha recordado la importancia de evitar una espiral de precios y salarios, que «no beneficia a nadie».
En cuanto a la evolución de la remuneración del ahorro por parte de los bancos, Guindos ha reconocido que esta se ajusta siempre a la subida de los tipos de interés con decalaje. «Creo que habrá un aumento de la rentabilidad de los depósitos y que la competencia entre entidades irá a más. Antes o después veremos un alza de la remuneración de los depósitos», ha augurado.