Gobierno y oposición han cerrado un acuerdo para que el Consejo de Ministros conceda luz verde al nombramiento de los consejeros del Banco de España que sustituirán a Carmen Alonso (designada por el PSOE) y Fernando Eguidazu (a instancias del PP), cuyos mandatos vencieron el pasado 3 de febrero.
En el caso del Ejecutivo, la elegida es Judith Arnal, exjefa de Gabinete de Nadia Calviño en el Ministerio de Asuntos Económicos. También será nombrado Antonio Cabrales, doctor en Economía por la Universidad de California y experto que ha participado en la elaboración de la Agenda 2050.
La renovación de esos cargos había provocado un amago de crisis en la institución y amenazado con abrir otra brecha entre socialistas y populares, ya que durante semanas no estaba claro que fuera a respetarse la norma no escrita según la cual cada partido designa a un representante de su agrado para cubrir las vacantes.
Fuentes conocedoras de las negociaciones aseguraban este mismo fin de semana que el pasado viernes había un compromiso total para nombrar a dos profesionales del mundo académico, de reconocido prestigio, ambos con un perfil técnico a prueba de ataques partidistas. Llegar a ese punto no fue fácil, en tanto la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Calviño, no veía claro que el mismo PP que bloquea la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) debiera tener la posibilidad de nombrar en el Banco de España un representante afín. No hay que olvidar que es el Gobierno quien tiene la última palabra sobre los consejeros y que solo tiene la obligación de comunicarlos con antelación al gobernador del Banco de España, cosa que se ha efectuado en la noche del domingo.
Los nombramientos que se produzcan en los próximos meses, ora para organismos independientes ora adscritos a los diferentes ministerios, tienen especial relevancia, en tanto los mandatos se prolongarán más allá de las próximas elecciones generales previstas para finales de año.