La transacción de acciones propuesta, que se espera que se complete en la primera mitad de 2024, se tratará como una compra de activos a efectos fiscales federales, con un beneficio fiscal de valor actual neto previsto de unos 750 millones de dólares (688 millones de euros), lo que hace que la contraprestación económica subyacente por el negocio ascienda a unos 4.800 millones de dólares (4.402 millones de euros).
Según la compañía británica, Ball Aerospace representa «una oportunidad única» para «reforzar la cartera multidominio de primera clase» de BAE Systems. La firma británica espera que el negocio alcance unos ingresos de aproximadamente 2.200 millones de dólares (2.024 millones de euros) y un EBITDA ajustado de aproximadamente 310 millones de dólares (285 millones de euros) en 2023. De igual modo, destacan su «fuerte» potencial de crecimiento con una tasa de crecimiento anual compuesto de los ingresos de alrededor del 10% en los próximos cinco años. La compañía también espera que los márgenes EBIT se sitúen en torno al 12% tras las sinergias de costes a medio plazo. «Se trata de una adquisición que se ajusta a nuestro modelo de creación de valor basado en un crecimiento orgánico sostenido, una expansión de los márgenes y una fuerte generación de tesorería, y lo mejora. La adquisición proporcionará a nuestro negocio estadounidense una posición en algunos de los segmentos de más rápido crecimiento del mercado de defensa y aumenta aún más nuestra alineación con las prioridades duraderas de los clientes, plasmadas en la Estrategia de Defensa Nacional de Estados Unidos.», apuntan.
En el pasado ejercicio fiscal 2022, el negocio de Ball Aerospace ingresó 1.977 millones de dólares (1.813 millones de euros) y generó un EBIT de 170 millones de dólares (156 millones de euros).