Según los últimos datos sobre el importe de los saldos vivos aportados por el Banco de España, se pidieron 45.868 millones de euros en créditos al consumo a corto plazo, un 7,9% más que en junio de 2022. En torno al 10% de este tipo de créditos hasta un año se dedican a viajes según la Asociación de Usuarios Financieros. Por lo tanto, en junio de 2023 en torno a unos 4.500 millones de euros se han concedido para las vacaciones en España. Además, como indica Gallardo, responsable de estudios de Asufin, los créditos para vacaciones llevan tres años consecutivos ganando importancia, no es una tendencia coyuntural ni reciente, ya que es previa a la pandemia. Otros destinos de estos créditos son obras y reformas, estudios, compras de vehículos o tesorería.
Sin embargo, financiar las vacaciones es una acción arriesgada para la salud financiera de las familias. “El problema principal de este tipo de préstamos es que no suelen ser préstamos muy pensados”, afirma Gallardo. Los créditos para usos turísticos normalmente, no se realizan a través de un banco, sino que muchas veces se encargan las propias agencias de viaje. Esto implica que el consumidor no analiza las condiciones, ni compara con otras entidades. Además, casi siempre los tipos de interés suelen ser más elevados que los de las entidades financieras, sobre uno o dos puntos porcentuales, y se tiende a pagarlos en cuotas más baratas, que conlleva un endeudamiento mayor y más duradero. “Puede darse el caso de un efecto bola de nieve que de repente al siguiente viaje, a la vuelta al colegio o durante Navidad nos cueste financiar”, añade el responsable de Asufin.
Las cantidades de los préstamos que se están pidiendo son mayores, principalmente porque el gasto en turismo está aumentando debido a la inflación. Observatur indicaba un aumento de 15€ por persona, alcanzando los 625€ durante sus vacaciones. CaixaBank también registró en junio un alza interanual del gasto turístico (+5,7%.), que también permite entrever cierta ralentización de crecimiento en el sector —es la cifra de subida más baja desde primavera del 2021—.
Unas subidas muy semejantes a la inflación en los productos turísticos, que son muy sensibles al aumento del precio. Aun así, según el experto en turismo de la EAE Business School, Santos, “muy poca gente ha mutado su comportamiento por culpa de la inflación”. Además, explica que hay que esperar a final de año para saber si las empresas están rentabilizando este volumen de turistas y el aumento en el gasto debido al aumento de los costes.
A pesar del aumento del crédito y del peso de otras vías de financiación como las tarjetas, según el mismo informe de Amadeus, el 40% de los ciudadanos financia sus vacaciones con ahorro a nivel mundial, un porcentaje similar en España porque, entre otras cosas muchas familias están priorizando este gasto en vacaciones sobre otro tipo de consumo.