Esto quiere decir que, salvo que se produzca una subida muy abrupta en la última semana del mes, el Euríbor va a cerrar agosto con una caída respecto a julio y esto es algo que no pasaba desde diciembre de 2021, cuando el índice se situó en -0,502%.
Un descenso que es fruto de la estabilización que el Euríbor a doce meses lleva semanas experimentando y que viene impulsada por las previsiones de que al Banco Central Europeo (BCE) le quedan pocas subidas de tipos. Hay que tener en cuenta, además, que este mes de agosto no ha habido reunión de tipos en la zona euro, de forma que el índice no se ha visto afectado por nuevas sospechas de subidas de tipos