Sin embargo, algo a destacar es la coordinación de Lagarde y Powell en insistir que no moverán su objetivo de inflación del 2%, descartando la idea de elevar el objetivo al 3%. Esto nos lleva a pensar que, si siguen firmes en dicha cuestión, probablemente la subida de tipos en septiembre sea una realidad tangible.
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Qué miran los inversores esta semana?
Nos adentramos en una semana cargada de datos macroeconómicos relevantes que podrían dar forma a la toma de decisiones tanto por parte de la Fed como por parte del BCE de cara a las reuniones de política monetaria en septiembre, con especial foco en el Deflactor del Consumo en Estados Unidos (PCE).
En Estados Unidos, los indicadores de ciclo serán la principal fotografía de la semana: Confianza del Consumidor, Revisión del PIB del segundo trimestre, ISM Manufacturero, PCE (el indicador de inflación favorito de la Fed) y Nóminas no Agrícolas, lo cual será una buena medida para valorar si el ciclo económico en Estados Unidos continúa mostrando fortaleza y da forma a una subida de tipos en septiembre con mayor seguridad, o por el contrario, confirma desaceleración y quita un poco de presión al organismo central.
En Europa se espera que la inflación siga reduciéndose por debajo del nivel del 5,5% registrado anteriormente, y pese a no acercarse a los niveles de lectura de Estados Unidos, la tendencia del IPC mantiene una dirección favorable y el mercado podría digerirlo de forma positiva, pese a que esté muy lejos del objetivo señalado por Christine Lagarde en su comparecencia en Jackson Hole.
En el mercado de Bonos, el efecto de mayor agresividad parece haberse visto ya la semana pasada, lo cual deja niveles de máximos que podrían actuar como resistencia y ofrecer algo de calma al movimiento de la TIR tanto en el Bund (2.70%) como en el T-Note (4,35%). Este factor podría ofrecer algo de sosiego a la renta variable, facilitando incluso los ligeros rebotes tras la volatilidad acontecida en las últimas sesiones.