Esta modalidad de autoconsumo comunitario permite a los usuarios acceder a la energía 100% renovable generada desde las cubiertas de trece parroquias en las que se van a instalar más de 1700 paneles con una potencia conjunta superior a los 800 kilovatios (kW), suficiente para producir anualmente más de 1.000 MWh. Estas instalaciones fotovoltaicas evitarán la emisión de más de 5.800 toneladas de CO2 a la atmósfera en los próximos 30 años.
Gracias a las trece Comunidades Solares, más de 1.100 familias, que estén en un entorno de aproximadamente dos kilómetros de alguna de las trece ubicaciones, podrán suscribirse y ahorrar en sus facturas de la luz al consumir localmente parte de la energía renovable producida por esta instalación.
En su apuesta por la aceleración de la transición energética y el desarrollo de nuevos productos que permitan mejorar la eficiencia y el ahorro energético, Iberdrola se convirtió en 2015 en la primera empresa de su sector en integrar en su oferta de servicios las soluciones de autoconsumo.
Los sistemas solares de autoconsumo pueden suponer un ahorro medio en la factura anual del 30% en el caso de comunidades de vecinos; un 50% para empresa y negocios; y de un 70% en viviendas unifamiliares. Este ahorro se produce por una triple vía: la energía producida por la instalación que el usuario no tiene que comprar, la compensación por los excedentes de energía no consumida, que es vertida a la red, y el ahorro por menores impuestos.
En cuanto a la posibilidad de compensar la energía vertida a la red, los clientes de Iberdrola no cuentan con ningún tipo de suelo para su valoración, de forma que su factura puede llegar a ser de cero euros. Además, cuenta con el servicio Solar Cloud, que permite en el caso de que aún queden excedentes derivarlos para el consumo en otra residencia.