«Se espera que la temporada turística se alargue a septiembre y, en menor medida a octubre, con un turismo de más calidad, con un gasto medio por turista superior. En este sentido, hay que indicar que el gasto medio por turista internacional ha sido de 1.367 euros en el mes de julio, un 4,4% más con respecto al mismo mes del año pasado», se explica en su Observatorio Financiero, difundido este viernes.
Los economistas señalan que, a pesar de que la incertidumbre en relación con la evolución de la economía se mantiene, la recesión parece que se va a alejando de la zona euro, aunque algunos países de nuestro entorno han tenido un crecimiento en tasa interanual muy tímido en el segundo trimestre: Italia (0,6%), Francia (0,9%) y Reino Unido (0,4%), e incluso negativo como es el caso de como Alemania (-0,10%), mientras que el incremento del PIB español ha sido del 1,8%.
Respecto a la inflación, comentan que, de acuerdo con los datos publicados por el INE, el IPC adelantado del mes de agosto ha aumentado un 0,5%, y en tasa interanual ha subido 3 décimas, hasta el 2,6%. «Esto se debe principalmente al incremento de los precios de carburantes y energía. Hay que reseñar que España es el país con el índice más bajo, con un diferencial de 2,7 puntos respecto a la zona euro, debido fundamentalmente al menor precio de los carburantes y la energía», afirman.
Por ello, prevén «una nueva subida de los tipos de interés, al menos un cuarto de punto, hasta el 4,5%, con objeto conseguir la estabilidad de los precios y devolver la inflación a los niveles objetivo del 2% tal como manifestó la presidenta del BCE en la conferencia anual de la Reserva Federal de Estados Unidos en Jackson Hole».
Las cifras de desempleados mantienen un descenso desde el mes de enero de este año, y se espera que los efectos de la finalización de la temporada turística en el empleo se vean compensados con otros sectores como la educación. «Mantenemos nuestra estimación a final de año en el 11,8%», indican en el CGE.
En cuanto a la deuda de las Administraciones Públicas, estiman que, si se cumple su previsión de crecimiento económico del 2,3%, la deuda suponga el 110,5% del PIB a final de año (en junio se situó en el 113,1% del PIB).
Asimismo, y dado el buen comportamiento del primer semestre, «se revisa a la baja la estimación del déficit hasta el 3,8-4% sobre el PIB para 2023. No obstante, preocupa el efecto que sobre el mismo pudiera tener el aumento de los gastos financieros derivados del incremento de la deuda pública en términos absolutos y de los tipos de interés, así como el impacto que el envejecimiento de la población pudiera tener en la evolución de las pensiones», concluyen los economistas.