“El repunte de la inflación subyacente en EEUU explica la fuerte subida en las expectativas de tipos terminales de la FED a corto plazo y en los bonos de más largo plazo”
Esta semana en los mercados de divisas, sin ninguna duda, el principal foco de atención ha sido el dato de inflación de Estados Unidos. Ha sido fuerte, quizás un poco más fuerte de lo esperado. Lo importante es que el dato de inflación subyacente, que excluye los componentes de alimentos y energía, que es mucho más estable e indicativo de dónde están realmente las presiones inflacionistas en un país, ha aumentado un 0,4% en el mes, hasta situarse por encima del 5% anualizado.
Lo más importante, es que ese suave declive que habíamos visto desde los máximos del verano se ha se ha detenido. Si esto lo unimos al fortísimo dato de empleo que vimos en Estados Unidos en enero, lo cierto es que la Reserva Federal no puede estar contenta, lo que explica la fuerte subida que hemos visto tanto en las expectativas de tipos terminales de la Reserva Federal a corto plazo como en los bonos de más largo plazo.
“Las expectativas de bajada de la inflación son demasiado optimistas y no parece claro que vayamos a ver algún recorte de tipos en ninguna gran área económica antes de bien entrado el 2024”
En el Reino Unido y la Eurozona ocurre un poco más de lo mismo.
En el Reino Unido, el informe laboral de enero fue mucho más fuerte de lo esperado, con subidas de sueldos que ya empiezan a estar por encima de la inflación. Por tanto, llevamos tiempo diciendo que va a ser muy difícil ver una recesión significativa en este contexto de tipos todavía muy por debajo de inflación subyacente y con pleno empleo. Además, ya empezamos a ver presión de los sueldos al alza a medida que los trabajadores exigen compensación por la subida de los precios.
Difícil es ver una recesión significativa y, por lo tanto, somos optimistas de cara a la economía, tanto de la Eurozona como del Reino Unido, como por supuesto de Estados Unidos a lo de largo de 2023. Lo cual quiere decir que las expectativas de bajada de la inflación son demasiado optimistas. Y, desde luego, lo que parece cada vez más claro es que no vamos a ver ningún recorte de tipos en ninguna gran área económica antes de bien entrado el 2024.