Tal y como apunta Unsain, Personal Shopper Inmobiliario en la actualidad los extranjeros están dispuestos a pagar mensualmente de media entre 400 y 600 euros más, por un piso de 40-60m2, lo cual supone un 50 por ciento más respecto al inquilino nacional. Pese a la incertidumbre sobre la aplicación de la Ley de Vivienda por parte de algunas comunidades autónomas y el descenso de compra de vivienda nueva, Unsain apunta a la escasez en la oferta de alquiler como factor clave para invertir en vivienda. Los datos ofrecidos por el INE señalan que las transacciones de vivienda de segunda mano aumentaron un 28,3%. A su vez, la variación del precio de este tipo de vivienda se situó en el segundo trimestre del año en el 2,9%, un descenso de una décima frente al trimestre anterior. “El acceso a vivienda de uso propio se ha complicado a causa del endurecimiento del acceso a la financiación por parte de los bancos y el mercado está absorbiendo la gran cantidad de personas que buscan vivienda de alquiler”, destaca el director general de ACV Gestión Inmobiliaria.
Los últimos datos publicados por Incasòl indican que, de media, los barceloneses tienen que pagar un alquiler de 1.087 euros al mes. El PSI explica que desde 2020 la rentabilidad de la inversión en Barcelona ha aumentado desde el 4% al 6% de media y detalla que puede situarse incluso por encima del 7 por ciento. La escalada en el precio de los alquileres ha derivado en que cada vez más personas busquen viviendas de pocos metros cuadrados. Unsain menciona que, en la actualidad, las viviendas más buscadas por ciudadanos extranjeros y estudiantes de master son aquellas de 40 a 50 metros cuadrados en barrios “prime” céntricos y que oscilan entre los 200.000 y 260.000 euros. “El mercado de la vivienda de inversión está bastante fuerte, ante el riesgo bursátil, este es un producto cada vez más demandado”,