El mercado asiático ya ha firmado tratados comerciales con Australia y Emiratos Árabes Unidos y están también en proyecto los de Canadá y Reino Unido.
La cantidad y calidad de las inversiones que atrae el país apuntan a que, en muchos sentidos, India se convertirá en la próxima «fábrica del mundo». En el contexto de las actuales tensiones geopolíticas, India cuenta con la ventaja de que la participación china en sus productos manufacturados es inferior al 5%: a diferencia de muchos países del Sudeste Asiático, no forma parte de una cadena de suministro centrada en China.
Como socio comercial, India ofrece crecientes atractivos estructurales y demográficos. Su población de 1.400 millones de habitantes garantiza la mano de obra cualificada, en particular orientada a la tecnología, costes relativamente bajos y un mercado interno en expansión. El país cuenta con capacidades para la fabricación y unas capacidades logísticas en desarrollo para asegurar las cadenas de suministro. Entre las notas negativas de India está su historial proteccionista, que puede restarle competitividad a la hora de atraer inversión extranjera, ciertas dificultades en la conectividad logística de primera y última milla, exceso de burocracia y lentitud en la resolución de conflictos legales o ejecución de contratos.
La Administración ha puesto en marcha la iniciativa Make in India, diseñada para impulsar la fabricación nacional, facilitar la inversión, fomentar la innovación, proteger la propiedad intelectual y construir infraestructuras. En ese marco, el Plan de Incentivos Vinculados a la Producción ofrece desde 2020 estímulos a las empresas que registren incrementos de sus ventas durante cinco años. Los sectores farmacéutico, alimentación, telecomunicaciones, electrodomésticos, automoción y componentes pueden tener un gran peso en el futuro al quedar cubiertos por el plan.
«Para aumentar la fabricación en India a gran escala y mantener la calidad, se necesitan mejores infraestructuras y mano de obra cualificada. Para atraer a todas estas fábricas y a otras empresas de componentes a invertir en India, es importante asegurarse de que las políticas sean muy sólidas. Todavía hay lagunas que deben abordarse y llevará un tiempo sustituir a China, que tiene una enorme ventaja», explica la directora de Riesgos de Atradius India, Meghna Nair.