Los precios al consumo registraron en enero un descenso del 0,2%, inferior al registrado el mismo mes del año pasado, lo que ha elevado la tasa de inflación hasta el 5,9%. La tasa armonizada también aumentó hasta el 5,9%, reduciendo el diferencial (favorable a España) con respecto a la media de la eurozona hasta 2,6 puntos porcentuales.
La tasa subyacente registró un fuerte incremento hasta el 7,5%, mientras que el núcleo inflacionista, que excluye todos los alimentos y los productos energéticos, ascendió hasta el 5,1%. El resultado de las tasas general y subyacente ha superado las previsiones. Salvo los alimentos, todos los demás componentes han registrado una inflación superior a lo esperado. Dentro de la inflación subyacente, la de los alimentos elaborados se ha elevado una décima porcentual hasta el 16,5%, a pesar del descenso de la misma en productos como aceite de oliva, leche, quesos, harinas, pan, pastas alimenticias y legumbres, todos los cuales han registrados bajadas de precios, probablemente reflejando la bajada del IVA.
Los bienes industriales no energéticos han incrementado su tasa de inflación en 1,3 puntos porcentuales, hasta el 6,5%. Destaca el fuerte ascenso de esta en vestido y calzado, debido a que el descenso mensual de sus precios ha sido muy inferior al registrado el mismo mes del pasado año –así como a la media histórica–. Los servicios también elevaron su tasa de inflación hasta el 4,1%. Entre estos destacaron los ascensos en los servicios de telefonía y en los paquetes turísticos nacionales. Los grupos más volátiles, energía y alimentos no elaborados, han reducido su tasa de inflación. El precio de la electricidad registró una caída mensual del 17,5%, y fue un 29,8% 15 de febrero de 2023 2 más barata que un año antes. Los combustibles, sin embargo, se encarecieron un 10,5% en enero, situando su tasa interanual en el 11,9%. En cuanto a los alimentos no elaborados, sus precios bajaron un 0,4%, reduciendo su tasa interanual de inflación hasta el 10,7%. Se abarataron los huevos, frutas, y patatas, productos afectados por la rebaja del IVA.
En suma, el incremento de la inflación en enero ha procedido de todos los componentes del índice subyacente, que, al igual que sucedió en diciembre, es de donde proceden en estos momentos las mayores presiones inflacionistas. Pese a la bajada de los costes energéticos y de otros costes, la transmisión de los ascensos anteriores puede no haberse completado, al mismo tiempo que las subidas de diferentes componentes se alimentan entre sí, convirtiendo la inflación en un fenómeno más persistente. El precio del petróleo se ha mantenido estable en torno a 83 dólares, al igual que el precio del Mibgas, que se sitúa alrededor de 55 euros.
Los futuros relativos a este último prevén que siga estable hasta el último trimestre, en el que registraría un ligero repunte.
En función de los resultados de enero y de la evolución del petróleo y de los futuros del gas, se han actualizado las previsiones para 2023. En el escenario central se mantiene la hipótesis de que el primero se situará en 85 dólares durante todo el año, mientras que para el precio del Mibgas se asumen los precios descontados en los futuros. La previsión para la tasa media anual del índice general se ha elevado hasta el 4,2% –desde el 3,8% anterior–. Debido a que a lo largo del año van a actuar efectos escalón en diferentes sentidos –favorable en los meses centrales del año y desfavorable en los meses finales– la tasa interanual prevista para diciembre es superior a la media anual, un 5,5%. Por otra parte, la tasa media anual prevista para el índice subyacente se ha elevado desde el 5,6% hasta el 6,2%. En un escenario en el que el precio del gas fuese un 20% superior al descontado en los futuros, la tasa general sería del 5%, y en un escenario alternativo en que fuera un 15% más barato, la tasa sería del 3,5%.