Los grandes bancos y las principales compañías energéticas tienen de plazo hasta el próximo miércoles, 20 de septiembre, para abonar el segundo tramo del impuesto extraordinario aprobado por el Gobierno, después de que la justicia haya rechazado nuevamente su suspensión cautelar. Entre el 1 y el 20 de septiembre las grandes compañías de estos sectores deben realizar el segundo pago de los nuevos gravámenes extraordinarios, después de haber abonado 1.454,5 millones de euros en el primer periodo en febrero.
En ese primer desembolso el Ministerio de Hacienda informó de que la cifra total se repartía entre los 817,4 millones que pagaron las grandes energéticas, y los 637,1 millones del sector bancario. Las previsiones del Gobierno al aprobar el impuesto pasaban por recaudar 1.700 millones anuales en el caso del impuesto energético y 1.300 millones anuales para la banca.
Este segundo pago se produce después de que la Audiencia Nacional descartara esta misma semana suspender cautelarmente el impuesto extraordinario a la banca tras rechazar los recursos presentados por Bankinter, Kutxabank -a través de su filial Cajasur- y Sabadell, al entender que no les causa un perjuicio grave ni pone en peligro su supervivencia. La sala considera que rechazar la suspensión no supone un perjuicio irreparable, puesto que en caso de estimarse finalmente el recurso se trataría de una situación perfectamente reversible mediante la devolución de lo pagado con el abono de los intereses preceptivos (llevando a efecto las compensaciones necesarias). Esta decisión se suma a la que tomó la misma Sala el pasado febrero, donde desestimaba la pretensión de Repsol de suspender la tasa para las energéticas.
Impuesto energético
En el sector energético, el impuesto afecta a las empresas eléctricas, gasistas y petroleras que facturaron más de 1.000 millones en 2019, y grava las ventas con un tipo del 1,2 % salvo los ingresos regulados y los procedentes de fuera de España.Para este año las compañías energéticas Repsol, Cepsa, Naturgy, Iberdrola y Endesa han reservado casi 1.500 millones para hacer frente al impuesto extraordinario. La más afectada ha sido Repsol, que por su tamaño en España registró contablemente como gasto el 1 de enero de 2023 el impacto del impuesto por valor de 444 millones, de los que ahora tendrá que pagar la mitad, 222 millones.
A continuación se ha situado Cepsa, con 323 millones en todo el año, y Naturgy, que ha calculado unos 300 millones, mientras que Iberdrola, con 216 millones, y Endesa, cerca de los 200 millones, han sido las menos perjudicadas.
Impuesto bancario
En el caso de los bancos, la tasa grava con un 4,8 % el margen de intereses y las comisiones netas del negocio bancario en España, lo que el Ejecutivo considera beneficios extraordinarios por la subida de los tipos de interés, en los bancos con una facturación superior a 800 millones en 2019. Desde las grandes entidades no se pronuncian sobre la decisión de la Audiencia Nacional ni tampoco sobre el pago del segundo tramo del impuesto, aunque fuentes del sector dan por hecho que lo harán antes de que termine el plazo.
En el caso de CaixaBank, la cuantía anunciada el pasado febrero ascendía a 373 millones de euros en total, de los que entonces se pagó la mitad, 186,5 millones, la misma cantidad que toca satisfacer en este segundo plazo, calculan las fuentes.
Otras entidades como el Santander, el BBVA y Bankinter también harán estos días el segundo desembolso, aunque en su momento decidieron anotarse el impacto total en las cuentas del primer trimestre. Según recuerdan las fuentes, el Santander se anotó 224 millones; el BBVA, 225 millones, y Bankinter, 77 millones.