Así, Sánchez, por mucho que lo intenta no logra ocultar que ha perdido las elecciones, es mas que nunca las gana, aunque con los acuerdos Frankenstein se pueda mantener en el poder. Tres cuartas de lo mismo le pasa al PNV que tras cuarenta años en el poder esta llegando a su expulsión de los órganos de gobierno del País Vasco y todo por culpa de ese mismo socialismo que todo lo maneja a su antojo y en su beneficio, pero que deteriora y asfixia a sus “socios”
En ese contexto, y tal como ya se venía anunciando por primera vez desde que arrancaron las elecciones en el País Vasco, allá por 1980, el Partido Nacionalista Vasco ve amenazado seriamente su dominio en este territorio. La amenaza tiene nombre, EH Bildu, y apellidos, Otegi y todo ello se recoge en la encuesta publicada por ‘El Mundo’, y elaborado por Sigma Dos entre el 12 y el 15 de septiembre, otorga el 32,5% de los votos a EH Bildu, que aumentaría en seis sus parlamentarios actuales (21) hasta los 27. Ese mismo número perdería el PNV, que lograría 25 (ahora tiene 31), con el 32% de los votos.Como tercera fuerza política seguiría el PSOE, que incluso aumentaría de 10 a 13 los diputados en el Parlamento Vasco, con el 17% de los votos. Por otro lado, el Partido Popular se mantendría con seis escaños (7,9%) y Vox conservaría un diputado autonómico (2,8%). La formación más perjudicada, siguiendo la tendencia de los últimos meses, sería Podemos, perdería la mitad de sus diputados y se quedaría en 3 (5,1%).
Lo curioso del caso es que estos datos no hagan reflexionar a los partidos que con ese afán de esquilmar al más débil de los gobiernos centrales que se han encontrado en estos años terminan por perder el poder en manos de los nuevos partidos. Esa desagradable experiencia no es fácil de asumir, pero se puede corregir cambiando de socio.
La advertencia caerá en plato roto, pero cuando dentro de unos meses se vena desalojados de los órganos de poder y unos proetarras disfrutando de las “comodidades que estos conleva” será ya demasiado tarde,