Según los datos publicados por Bolsas y Mercados Españoles (BME), de la cantidad repartida por las empresas entre sus accionistas durante los ocho primeros meses del año, la mayor parte, 22.164 millones correspondieron a dividendos.
En cuanto a la devolución por prima de emisión, las sociedades cotizadas retornaron a sus accionistas 114,2 millones. Solo en el mes de agosto, el total de dividendos pagados por las compañías alcanzó los 566,25 millones de euros. El volumen de dividendos pagados acumulados en los ocho primeros meses del año, esos 22.278,23 millones de euros superan ya los 20.474,73 millones abonados en 2021, y se acerca a los 25.973 de 2022. Para este 2023 se espera que la remuneración al accionista rompa un nuevo techo a nivel mundial. Según datos de Janus Henderson, la distribución de dividendos alcanzará los 1,64 billones de dólares en 2023, un 5,2% más que en 2022 pero prácticamente la mitad que el crecimiento registrado de enero a marzo, pese al contexto de desaceleración económica. Uno de los factores que explica este repunte está en las recompras de acciones, que se han acelerado en los últimos años como vía de remuneración indirecta al accionista. Una herramienta con doble efecto positivo.
Primero, porque la propia compañía se convierte en uno de los principales ‘traders’ y compradores en bolsa de sus propios títulos, impulsando el precio y la liquidez del valor. Segundo, la amortización posterior de las acciones mejora de forma inmediata los ratios de valoración clave como el Beneficio por Acción (BPA) que tanto miran los analistas e inversores a la hora de determinar la valoración a futuro de una empresa cotizada.