Tras una primera mitad del año en la que volvió a tener beneficios por primera vez desde que arrancó la pandemia, el gigante alemán confirmó que cerró el verano con 13,7 millones de reservas, un 5% más que en el mismo período de 2022 y solo cuatro puntos por debajo de los niveles prepandemia, mientras que los precios, influenciados por la hiperinflación, crecieron un 8% respecto a 2022 y se situaron un 27% por encima de los niveles prepandemia.
Una tendencia positiva que se ha prolongado en septiembre, gracias a la extensión de la temporada alta, especialmente en Grecia y Turquía. De este modo, la compañía ha confirmado las previsiones adelantadas en la última presentación de resultados en la que anticipaba que cerrará el año fiscal (septiembre de 2022 a septiembre de 2023) con beneficios, pese a la escalada sin control de los precios y el impacto que ha tenido en el presupuesto de los clientes, que también han tenido que afrontar una subida en el coste de las hipotecas, de la factura energética o de los alimentos.
La firma adelanta que las reservas (1,5 millones) para la temporada de invierno superan en un 15% las de 2022, lo que supone una mejora sustancial respecto al primer balance ofrecido el pasado 9 de agosto, coincidiendo con la última presentación de resultados. El anterior pronóstico vaticinaba un comienzo “esperanzador” y solo aportaba que el mercado que más reservas había cerrado era Reino Unido, con un 33% del total, lo que suponía un 7% más respecto a la misma previsión realizada doce meses antes.
Cinco semanas después, la actualización de las previsiones muestra que Reino Unido ya ha cerrado un 38% de las reservas y continua siendo el mercado más activo. “La compañía está bien posicionada para el nuevo año fiscal. Soy muy optimista respecto al próximo ejercicio. Tenemos una estrategia clara a medio y largo plazo para introducir nuevos productos, incrementar nuestra base de clientes y aumentar nuestra cuota de mercado gracias al ecosistema de negocio de TUI”, aseguró Ebel, consejero delegado de TUI. Ya se han cerrado el 57% de las reservas realizadas para el período comprendido entre el 1 de octubre y el 31 de diciembre, con Canarias, Egipto y Cabo Verde, como principales destinos.
El único signo de debilidad se centra en las aerolíneas, donde el turoperador intuye ya una ralentización en el crecimiento de las tarifas, como consecuencia de la menor demanda ligada a la temporada invernal. Un fenómeno acelerado por el episodio hiperinflacionista, que ha elevado el coste de la factura de la energía y de los alimentos.