Este gris panorama de caída del consumo de gas es una realidad común en todos los sectores de actividad, tal como muestran los gráficos adjuntos. La industria vive meses de atonía e incertidumbre con evidente descenso de los pedidos y, en consecuencia, de la producción. El consumo de gas habla por sí solo como un termómetro fiable para conocer la salud industrial. Las medidas aplicadas desde que se iniciara la crisis son claramente insuficientes y no están logrando solucionar el problema. La industria gasintensiva necesita líneas de apoyo más efectivas, directas, accesibles y de mayor cuantía, y las precisa ya.