Sin embargo, se puede hablar de que el esfuerzo ha merecido la pena. Si minutos antes de empezar la sesión de investidura muchos de los suyos dudaban de la valía del gallego para encabezar una oposición dura y firme que pueda en su día derrotar al trilero de La Moncloa, hoy cuarenta y ocho horas después esas dudas se han convertido en aplausos y la certeza de que cuentan con un líder capaz se ha apoderado de propios y extraños.
Es mas, incluso algunos llegan a afirmar que el presidente del PP ha dado la imagen de un parlamentario poeten y capaz de luchar contra las argucias de un Sánchez, que en esta legislatura tendrá, no solo que gobernara sino además entregar el país a los independentistas que no descansaran hasta alcanzar sus objetivos, porque de otra manera si que, esta vez están seguros, que habrán perdido su última oportunidad de trocear España y ser países independientes del resto.
En este ambiente, la posición de Sánchez es mucho mas débil de lo que el mismo suponía. Las posiciones de Junts, ERC, EH Bilu y PNV son inamovibles o independencia o nada, puesto que la am,n istia ya la dan por descontada.
Y lo peor de todo es que ambos casos, catalanes y vascos, andan a la greña entre ellos mismos. El regate habitual del socialistas no va a ser fácil, incluso es probable que ni se lo permitan ni sus propios socios de Sumar que ya entre ellos mismos – no hay que olvidar que son quince corpúsculos, cada uno de su padre y de su madre -andan a la greña y peleándose por ocupar cargos y sillones y así tocar poder en forma de billetes,
En definitiva, cada paso que el Gobierno saliente de la próxima investidura de, deberá contar con las opiniones de unos y otros, conformar a todos y que además sea efectiva y ningún tribunal la eche para atrás. Y enfrente a un Feijoo crecido y con las CC AA en su mano y la mayoría del Senado en su bolsillo.
A bote pronto no le arriendo las ganancias