Al Banco Central Europeo (BCE) le quedan aún dos reuniones por delante este año y, a la espera de ver si hará una pausa o seguirá con las subidas de tipos de interés, las previsiones para el índice hipotecario apuntan a que no superará el 4,5% al cierre de 2023. Los meses posteriores irá aflojando, pero todavía seguirá por encima del 3% para 2025.El organismo europeo continuó con su ciclo de alzas a mediados de septiembre y, aunque todo parece indicar que puede ser el último aumento, el BCE no dejó del todo clara su postura de cara a los siguientes encuentros de política monetaria.
Su presidenta, Lagarde, sugirió que las subidas de tipos podrían haber finalizado. «A pesar de que la inflación todavía se encuentra lejos de su objetivo, la estrategia que quiere seguir el banco central es la de mantener los tipos altos hasta que la progresiva desaceleración económica acabe destruyendo la demanda por sí misma. Aunque todavía hay miembros que valoran la posibilidad de apoyar nuevos aumentos en los tipos de interés si fuera necesario».
Según sus cálculos, en caso de que la inflación de la zona euro vuelva a sufrir repuntes significativos, «el BCE podría verse forzado a volver a subir los tipos de interés, lo que podría provocar subidas hasta la zona de entre el 4,2% y el 4,5%. Si por el contrario la inflación continúa desacelerando y los inversores vuelven a descontar el final del actual ciclo de subidas, podríamos ver retrocesos hasta niveles cercanos al 4%», prevén.
También en esa franja se mueven en el departamento de Análisis de Bankinter, donde estiman que el índice hipotecario se moderará los próximos años. En concreto, ven que el euríbor a 12 meses podría rondar el 4,1% en diciembre de 2023, para aflojar posteriormente hasta el 3,9% en 2024 y 3,4% en 2025. Por su parte, las proyecciones de Asufin muestran que el ‘diente de sierra’ en el que se está moviendo el euríbor «seguirá hasta final de año»: «La incertidumbre del momento provoca un comportamiento del índice en forma de diente de sierra hasta que asistamos a la bajada de los tipos».
Durante agosto, no pocos actores del mercado creían que el BCE dejaría de subir sus tipos en lo que queda de año y que los reduciría en 2024, incluidas varias entidades financieras. «Seguramente por eso, el euríbor bajó». Sin embargo, volvió a subir los tipos de interés, «por lo que este índice recuperó su senda alcista», explican. Sobre los próximos movimientos del organismo, creen que es muy probable que no toque los tipos en la reunión de octubre, mientras que la decisión de diciembre dependerá de cómo evolucione la inflación y la economía de la eurozona.