El documento confirma que, en 2022, todos los altos cargos de la petrolera vieron incrementar su sueldo. En total, los 15 miembros del consejo de administración (uno ejecutivo, diez independientes y cuatro externos) se repartieron 11,67 millones, un 13,3% más que los 10,30 millones obtenidos en 2021. Por su parte, la remuneración total de la alta dirección de la compañía ascendió a 13,53 millones de euros, mientras que la retribución media de la plantilla fue de 63.000 euros. Esto supone un 10,53% más respecto a los 57.000 euros de retribución media de 2021.
En el caso del consejero delegado, del importe total de su retribución, la parte fija asciende a 1,2 millones de euros, la variable a corto plazo a 1,329 millones de euros y la variable a largo plazo a 970.000 euros. El resto, un poco más de 600.000 euros, es por la retribución en especie y por acciones percibidas en los programas de incentivo a largo plazo, así como por pertenencia al consejo (177.000 euros) y a las distintas comisiones del máximo órgano de gobierno (otros 177.000 euros). Además, Imaz acumula 253.000 euros en sistemas de ahorro a largo plazo, que incluyen aportaciones al plan de previsión de directivos y a planes de pensiones. En cuanto a Brufau, 2,5 millones los percibe por su pertenencia al consejo, mientras que 311.000 euros es por retribución en especie y por acciones percibidas en los programas de incentivo a largo plazo.
Según se lee en el informe, el Consejo de Administración tiene la facultad para modular, hasta un máximo del 20% al alza o a la baja, el resultado final de la retribución variable anual y a largo plazo del consejero delegado, “en atención a la calidad de resultados, el desempeño individual u otras cuestiones que requieran medición cualitativa”.