Estados Unidos
En este sentido, los datos de IPC de EEUU que se conocerán pasado mañana serán fundamentales para la toma de decisiones de la Fed en la reunión del 2 de noviembre. El consenso de analistas prevé que la tasa general y la subyacente aumenten un idéntico 0,3% intermensual, mientras que el incremento interanual será del 3,7% y el 4,3%. respectivamente. Temple se muestra más optimista sobre el ritmo de desinflación en EEUU que en otros países desarrollados. Espera que el IPC subyacente se sitúe a finales de año entre el 2,5% y el 3%, gracias a la caída de la inflación de la vivienda y el descenso de los precios de los bienes básicos. “Si la inflación se mantiene por debajo del 3% hasta finales de año y parece encaminarse al 2% en 2024, el lenguaje de la Fed podría cambiar hacia una evaluación más equilibrada de los riesgos al alza y a la baja de los tipos, y le seguirán debates sobre las circunstancias que podrían llevar a una relajación de la política monetaria”, comenta. El experto de Lazard cree que el ciclo de subidas de tipos en EEUU ha terminado y sostiene que, incluso si no es así, parece poco probable que la Fed eleve los tipos más de 25 puntos básicos adicionales.
Prevé una desaceleración continuada del crecimiento del empleo, “pero a partir de niveles excepcionalmente fuertes”, apunta.
Por otro lado, pese a que el Congreso de EEUU dio luz verde in extremis el último día de septiembre a continuar financiando las operaciones gubernamentales durante 45 días, “dado el vacío de liderazgo desde que Kevin McCarthy fue destronado de su cargo de presidente de la Cámara de Representantes, es difícil calibrar las probabilidades de un cierre en noviembre”, según Temple. Recuerda que Goldman Sachs ha estimado que cada semana de cierre del Gobierno podría reducir el PIB del cuarto trimestre en 20 puntos básicos.
China
El mayor reto económico de la segunda potencia mundial es el sector inmobiliario, que ha visto caídas de los precios de la vivienda en el mercado secundario de entre el 15% y el 30%, asegura el experto de Lazard. “No creo que China pueda resolver sus problemas inmobiliarios en un trimestre, pero espero ver señales positivas derivadas de la serie de medidas políticas introducidas en los últimos meses, que van desde la reducción de los requisitos de pago inicial hasta la bajada de los tipos hipotecarios. También espero ver un repunte de las transacciones inmobiliarias en el cuarto trimestre”, desgrana.
Dicho eso, cree que el sentimiento a corto plazo sobre China es demasiado negativo. “Es cierto que el Gobierno chino no ha presentado un paquete de estímulo económico estilo bazuca para impulsar el crecimiento, pero sí ha presentado docenas de medidas que deberían mejorar la actividad. En los dos últimos meses, los indicadores económicos han empezado a repuntar, lo que sugiere que podría haber un alivio a corto plazo”, argumenta.
Zona euro
Respecto a la zona euro, el estratega jefe de mercados de Lazard reconoce que la región entra en el invierno con elevadas cantidades de energía almacenada, pero advierte de que un invierno más frío de lo esperado podría hacer subir los precios en un contexto de mayor competencia por la energía este año debido a que China está totalmente reabierta. Opina que la zona euro sigue en riesgo de recesión. “Aunque no es mi hipótesis de base, es posible que el cuarto trimestre sea el inicio de una recesión, dada la debilidad que hemos observado en las series de PMI manufactureros y de servicios”, explica. Las previsiones apuntan a un crecimiento del PIB real de la zona euro de sólo el 0,1% en el tercer y cuarto trimestres de este año, “lo que sitúa a la región a tiro de piedra de la recesión”, asegura.
Según Temple, el endurecimiento de la política en Europa tiene un efecto más rápido y significativo en los consumidores a través de las hipotecas a tipo variable y la dependencia de las empresas de los bancos para financiarse a tipos variables. “El impacto más directo de la subida de los tipos, combinado con un impacto mucho más significativo en el consumo derivado de la subida de los precios de la energía (en comparación con EEUU), significa que el BCE probablemente pueda detener el ciclo alcista de los tipos tras subirlos 450 puntos básicos hasta la fecha”, defiende.
Japón
Se especula desde hace meses con que el primer ministro japonés Fumio Kishida podría anticipar las elecciones, pero es probable que Kishida priorice la aprobación de un paquete de estímulo económico y un presupuesto suplementario para financiarlo, en opinión de Temple. La próxima sesión del parlamento está programada para el 20 de octubre y posiblemente la convocatoria de elecciones llegará el noviembre o diciembre, añade.
Para Temple, el BoJ probablemente finalizará el Control de la Curva de Rendimiento en los próximos meses, pero la pregunta más importante es cuándo terminará con los tipos de interés negativos. “Parece que el fin de año es un posible plazo para anunciar un cambio en la política monetaria, pero creo que el BoJ esperará hasta 2024 para tomar cualquier decisión sobre este tema”, afirma.
Reino Unido
Reino Unido tiene el problema de inflación “más pernicioso” entre las economías grandes y desarrolladas, con una inflación en los servicios particularmente preocupante. “La caída (o, en el peor de los casos, la estabilidad) de los precios de la energía deberían reducir materialmente la inflación general para finales de año, pero el BoE tendrá que ver una disminución más amplia de las presiones para justificar el fin de su ciclo de aumento de tasas”, indica. Los mercados no prevén recortes de tipos hasta el cuarto trimestre de 2024, lo que implica una perspectiva de crecimiento letárgica en el ínterin, agrega. Eso, cuando las perspectivas de crecimiento del país están entre las más débiles hasta 2024.