En concreto, el precio de referencia llegaba a caer hasta los 48,88 euros por MWh, lo que supone un retroceso de más del 85% en relación a los costes máximos alcanzados el año pasado tras la invasión de Ucrania y el corte del suministro desde Rusia, aunque todavía se sitúa por encima de la horquilla histórica de entre 10 y 30 euros.
El abaratamiento de los precios del gas refleja el impacto sobre la demanda de un invierno con temperaturas notablemente más suaves de lo habitual, así como del elevado nivel de provisionamiento de combustible en Europa ante la amenaza rusa.
Es mas, el actual valor se encuentra muy alejado del máximo alcanzado en agosto, cuando el precio del índice TTF, el de referencia en Europa, alcanzó los 339,19 euros por MWh. El mayor momento, en aquel momento, es que la situación se repitiera a lo largo del invierno. Sin embargo, esto no ha sucedido, auspiciado por las temperaturas cálidas de diciembre y enero y los altos niveles de reservas alcanzados por los socios comunitarios. Lo que sorprende a los analistas es que, a solo cinco semanas de comenzar la primavera, los almacenes europeos se mantienen al 65% de su capacidad, muy por encima del promedio histórico del 45% para esta época del año.
El optimismo es tal que incluso Alemania, la economía más importante del bloque europeo y una de las más dependientes de Moscú, se muestra optimista a futuro. Uniper, la gigante energética rescatada por el gobierno, ha señalado este jueves que podrá “solucionar” finalmente todos los problemas generados por el corte de suministro de gas ruso en 2024.
La Comisión Europea y los líderes de los 27 ya están abocados a pensar en el próximo verano y, particularmente, el siguiente invierno. Los líderes europeos intentarán aprovechar los bajos precios actuales y consolidar alianzas con socios que consideran confiables, como Noruega y Estados Unidos. En ese sentido, un análisis de la petrolera angloholandesa Shell destaca que Europa tendrá que aumentar su demanda de gas natural licuado (GNL). “El aumento de la demanda de GNL en Europa intensificará la competencia con Asia por el limitado suministro disponible en los próximos dos años. El bloque podría dominar el comercio de GNL a largo plazo”, menciona en el análisis la compañía.