Un trago antes de la guerra es la primera novela de una serie protagonizada por dos detectives privados de Boston, Patrick Kenzie y Angela Gennaro, amigos desde la infancia.
Trabajan en Boston y tienen contactos con la policía, son católicos, pero Patrick ha dejado de creer lo que no obsta para que tengo buenas relaciones con su párroco y además tenga su oficina en el campanario de la iglesia, una vez que han desaparecido las campanas. Todo comienza cuando dos senadores les proponen que localicen a Jenna Angeline, una empleada de la limpieza que ha desaparecido y se ha llevado unos documentos que tienen también que recuperar.
No les cuesta mucho localizar a Jenna en un barrio negro de Dorchester en el que ellos. que son blancos, no son bien recibidos y allí descubren que hay dos personajes más, Ronald y Socia que son los jefes de sendas bandas de adolescentes negros que están en continua lucha, y que también desean hacerse con los documentos. Los detectives no tienen miedo a enfrentarse a ellos, aunque son conscientes de corren el riesgo de perder la vida. También la policía está alertada y menos mal que en ella tienen a un amigo que les apoya y les ayuda.
Todos van a por ellos y todos quieren los documentos que tampoco se sabe de que tipo son, pero eso desencadena una guerra entre las dos bandas, con Patrick y Angela por medio y la policía está al corriente de una situación catastrófica de muertes. Precisamente en la página 182 están el policía y ellos dos juntos y ahí aparece la frase que dará título al libro: “Dejad que os invite a un trago antes de la guerra”. Al final todo se sabrá sobre los documentos, pero antes la novela reflejará muy bien el ambiente, la crueldad, el desprecio por la vida y en un trasfondo de odios raciales.
La caracterización de los personajes es muy buena, son naturales y quedan claros sus vicios y sus virtudes y la forma de llevar la acción está medida pero con un gran ritmo. Es una auténtica novela negra y por lo tanto muchas de las conversaciones son groseras y pueden herir a algunas sensibilidades, pero nunca son extremas. Patrick es un personaje divertido, ingenioso y aporta al relato una característica más al conjunto de una buena novela.
Un trago antes de la guerra
Dennis Lehane
Salamandra, (2023)