Cosa distinta es cuánto cuesta y quien lo paga. Poque ese que es la gran realidad que se nos oculta, entre otras cosas porque suelen ser acuerdos escandalosos, imposibles de ser admitidos por los votantes de uno u otro lado que podrían exigir la dimisión del candidato, aunque eso, en nuestro sistema político, es imposible y solo la decencia de los políticos podría solucionarlo, y eso, como se dice vulgarmente es imposible.
Y lo malo es que en estas pocas semanas que van del 23J hasta hoy hemos visto tantas cosas que lo que se nos viene encima no puede ser nada bueno.
• Esa misma noche electoral, Pedro Sánchez salió al balcón como si hubiese ganado las elecciones generales.
• El 17 de agosto tuvo lugar la sesión constitutiva de las Cortes. Para que ERC y Junts votaran a la socialista Francina Armengol como presidenta del Congreso (pese a que el PP es el grupo parlamentario mayoritario), el PSOE acordó con los independentistas permitir el uso del catalán, el euskera y el gallego en toda actividad de la Cámara Baja, oral u escrita. Aun cuando, en junio de 2022, los socialistas habían votado en contra de una propuesta similar.
• Armengol convocó un Pleno extraordinario, y por tanto fuera del periodo de sesiones, para aprobar la reforma del Reglamento en ese sentido. Además de las prisas, lo insólito fue que esa reforma entró en vigor 48 horas antes de su aprobación.
• El sábado 19 de agosto, dos días después de la constitución de las Cortes, El País titulaba: Sánchez asume que debe buscar un alivio penal al ‘procés’. Aquel titular era la confirmación de que el presidente en funciones estaba dispuesto a conceder una amnistía que borrara el mayor desafío al que se enfrentó la democracia española desde el golpe de Estado de 1981.
• El 21 y 22 de agosto se produjo la primera ronda de consultas del Rey.
• Sin embargo, la mañana del martes 22 el presidente en funciones trasladó a Felipe VI su disposición a ser designado ya mismo. «Hay una evidencia: solamente hay una mayoría parlamentaria posible, no hay otra alternativa que reeditar un Gobierno de progreso», proclamó aquel día desde la Moncloa.
• El 4 de septiembre, los españoles vieron con sus propios ojos otra imagen insólita. La de una vicepresidenta segunda del Gobierno de la nación viajando a Bruselas para entrevistarse con un prófugo de la Justicia.
• El 12 de septiembre, el Tribunal Constitucional rechazó por unanimidad el recurso presentado por el PSOE para el recuento del voto nulo en Madrid.
• El 3 de octubre, en una comparecencia en la Moncloa, el candidato del PSOE deslizó que cualquier decisión suya será avalada por el Parlamento y el Constitucional.
• En 14 de septiembre, el PSOE comunicó la expulsión de quien fuera el secretario general del PSE, Nicolás Redondo Terreros, por «reiterado menosprecio» a las siglas de la formación.
• El Rey finalmente se ve empujado a designar como candidato a la investidura a uno que solo le llevó 121 votos y el deseo de conseguir el resto. Además, ante la incomparecencia en la Zarzuela de cuatro de sus presumibles socios, ERC, Bildu, Junts y el BNG. Y lo que es más: después de que la socia de Sánchez y líder de Sumar trasladara a Felipe VI, según ella, que el acuerdo de coalición está «lejos».
• Por si todo fuera poco, el pasado viernes Sánchez completó el blanqueamiento de Bildu reuniéndose con sus portavoces en el Congreso.
Y todo esto en funciones. ¿alguien puede prever el desastre que se nos viene encima?