Así representantes del sector, que han mostrado su preocupación por la situación en la que quedan los agricultores al no poder sufragar los costes de producción y por las dificultades que este escenario presenta para el sector del vino en su objetivo de crecer en valor.
El dato del descenso del 15% en la producción de vino para esta campaña debido a los severos episodios de sequía lo ofreció esta semana el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) tras reunirse con el sector, que ya venía manejando una previsión a la baja de hasta el 20%. La producción de vino estimada, unida a unas existencias de cierre de la campaña anterior de 36,5 millones de hectólitros, arrojan unas disponibilidades para la nueva campaña de 67,3 millones de hectólitros, la cantidad más baja de las últimas seis campañas, según la información oficial.
En un momento de «incertidumbre del mercado» en el que la demanda de vino español está sufriendo, especialmente de las variedades tintas, tener una cosecha corta puede no venir tan mal, ha apuntado el presidente de la Organización Interprofesional del Vino Español (OIVE), Ezquerro. «Tenemos que conseguir subir el precio de nuestro vino y subirlo es subir el precio de nuestras uvas. Si no somos capaces de subir el precio de nuestros vinos ni con una situación de costes más altos para el elaborador y para el productor, evidentemente la cadena se romperá por la parte más débil que siempre es el productor».
El responsable técnico del sector del vino de Asaja, Ugarrio, ha lamentado que pese a los altos costes y a la escasa producción de uva de esta campaña, los precios que han percibido los agricultores han sido similares a los del año pasado e incluso menores en algunas regiones. «Se supone que (los precios) tenían que ser algo superiores. Nosotros consideramos que los agricultores con estos precios no van a poder continuar, sus beneficios están muy afectados».
Ugarrio ha recordado que la superficie plantada de viñedo a 31 de julio de 2023 era de 928.108 hectáreas, un 1% inferior a la del año anterior, y que hay agricultores arrancando las viñas. En este sentido, el responsable del sector vitivinícola de la organización agraria COAG, Vizcaíno, ha destacado que «hay muchos viticultores que se van a replantear la viabilidad del cultivo y van a ir abandonando la actividad o a irse a otros cultivos con menos costes de producción y, por tanto, menos riesgo». «Si se quiere mantener el potencial vitícola, hay que remunerar adecuadamente (al agricultor)».