La utilización de la figura del expresidente Bambi como punta de lanza de temas escabrosos viene siendo una practica habitual de Pedro Sánchez durante los últimos tiempos y el leones, agradecido y pagado, porque a costa de este tipo de servicios le siguen llegando las prebendas en forma de negocios petroleros sabrosos en regalías monetarias y todos tan contentos.
En esta ocasión, además, era ya un tema casi amortizado, puesto que hace ya semanas, uno de los interesados, el propio Junqueras confirmo que lo de la amnistía estaba firmado desde la primera reunión entre las distintas partes negociadoras como punto de partida.
El problema es que ahora, una vez logrado y alcanzado ese primer escalón, los independentistas quieren mas y ese es el problema con el que Sánchez no contaba y por eso puede ser el gran problema para el cierre de los acuerdos que necesita para ser investido.
Los independentistas, todos lo sabemos saben que esta puede ser su ultima oportunidad para, no solo amnistiar a sus delincuentes, sino también para tratar de lograr esa efímera independencia con la que sueñan y están forzando la máquina para sacarle hasta los ojos al candidato que sueña con seguir durmiendo en la Moncloa.
En estas circunstancias, la presión que ejercen y ejercerán sobre el presidente en funciones será descomunal y lo llevaran hasta el limite con tal de logra sus objetivos. Y si el es un mentiroso compulsivo que decir de Puigdemont.
Ese es el nudo gordiano de toda eta historia. Ambos son personaje de los que no se puede fiar ni su mejor amigo y esa condición, cuando se esta en una negociación tan delicada y tan al limite puede hacer que todo se rompa, aunque en esta ocasión es casi imposible porque no hay mas oportunidades para ambas partes.