En la mesa redonda dedicada a este tema, el exgobernador del Banco de España, Fernández Ordóñez, explicó que el proceso de creación del euro digital va a ser la reforma más importante del siglo XXI, a la altura de la revolución de las telecomunicaciones en el siglo XX y supondrá el diseño de una plataforma para que, además de los bancos, los ciudadanos puedan utilizar también esta moneda, lo que producirá una liberalización de las actividades financieras.
Consideró, además, que una de las ventajas que traerá aparejado el euro digital es la desaparición de la política monetaria, en la medida en que los bancos no tendrán que alterar los tipos de interés para controlar la demanda, sino controlar la emisión de dinero. Todo ello llevará a suavizar las políticas macroeconómicas y serán menos necesarias las intervenciones de los bancos centrales.
Explicó además que ve imparable el proceso de creación del euro digital por parte del Banco Central Europeo, que ha aprobado ya la fase de preparación, que durará 2 años, y pidió que se lleve a cabo por parte de los reguladores un esfuerzo pedagógico para que los ciudadanos entiendan bien el calado de esta reforma, las repercusiones en su vida cotidiana y termine apoyándolo.
Alex Saiz Verdaguer, CEO de MONEI, advirtió de posibles presiones políticas para frenar este proceso de transformación financiera. Señaló, además, a este respecto que tendrá que ser un proceso muy suave para no poner en peligro el actual sistema financiero. No obstante, aseguró que el euro digital tiene un potencial técnicamente abrumador y que abrirá un abanico de funcionalidades avanzadísimas a disposición de empresas y pymes.
Lobato, cofundador y co-CEO de Ebury, describió un escenario, a partir de la creación del euro digital, en el que, aparte de los bancos, existirán los, los payment service provider. Es decir, se abrirá la puerta para que cualquier ciudadano o empresa que quiera dar servicios de pago, sin necesidad de disponer de mucho capital, pueda hacerlo dentro de las condiciones que marque la regulación.