El mercado interbancario reacciona con un repentino enfriamiento al parón en las subidas de tipos de interés que decretó el Banco Central Europeo (BCE) este jueves, pero sobre todo a la visión sombría sobre la economía que dejó su presidenta Christine Lagarde.A falta de solo dos datos para el cierre de mes, el promedio de octubre se encuentra en el 4,169%, apenas dos puntos básicos por encima de la lectura de septiembre y en línea con su comportamiento desde verano. El estancamiento de la referencia de las hipotecas a tipo variable es un hecho, aunque seguirá encareciendo los préstamos debido a las revisiones interanuales o semestrales que aplican los bancos.
El diferencial interanual del Euríbor en octubre se sitúa en los 155 puntos básicos, el más bajo en 15 meses y menos de la mitad de los cerca de 400 puntos básicos que llegó a alcanzar en el primer trimestre y que marcó el mayor encarecimiento de las hipotecas en la historia de la zona euro. Los expertos consideran que el abaratamiento de cuotas tardará en llegar hasta, al menos, finales del segundo trimestre o verano de 2024 aunque todo dependerá de los datos entrantes desde la economía, como recordó ayer el BCE. No obstante, el halo de fragilidad que dejó la reunión de política monetaria en Atenas da alas a la posibilidad de mayores caídas en el Euríbor a 12 meses hasta finales de ejercicio, debido a que mide el coste de la financiación mayorista entre bancos a un año y para entonces sí se espera que un abandono de la posición restrictiva con las tasas.
Pero a medida que la inflación caiga aún más, los ingresos reales de los hogares se recuperen y la demanda de exportaciones de la zona del euro se recuperen, la economía debería fortalecerse», apuntó. En su reunión de este jueves, el BCE mantuvo en un cuarto de punto las tres tasas de interés de referencia.
En concreto, el tipo principal -al que se financian los bancos a una semana- se quedó en el 4,5%, su nivel más alto desde 2001. La facilidad de crédito -la ventana de emergencia del banco central- se mantuvo en el 4,75%, máximo en este caso desde 2009. Pero para el tipo con más interés para los bancos y aquellos que tienen un préstamo o una hipoteca es la tasa de depósito (la remuneración que obtienen los bancos por dejar su dinero en cuentas del BCE), que se quedó en el 4%. De hecho, el Banco de España (BdE) ha publicado esta semana un artículo en el que defiende que hay prestarle más atención y que es el índice verdaderamente relevante para los costes de financiación para empresas y hogares, es decir, también para el Euríbor.»El tipo de interés de la facilidad de depósito constituye, a día de hoy, el tipo de referencia del BCE al que prestar atención. En los últimos años, este ha estado fijado 50 puntos básicos por debajo del tipo de interés de las operaciones principales de financiación, que es, sin embargo, el que se suele destacar en los medios de comunicación», expone Jaime Martínez Martín, responsable de Estrategia de Politica Monetaria en el Banco de España.»De cara al futuro, en la medida en que se reduzca el exceso de liquidez actual, el tipo de interés de las operaciones principales de financiación podría volver a ser importante. Pero, por el momento, tomen nota: el tipo de interés oficial del BCE relevante para nuestros créditos e hipotecas es el de la facilidad de depósito, actualmente en el 4%», explica el funcionario del BdE.En otro informe de esta semana, la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) ha anticipado que la tasa de ahorro de los hogares experimentará una disminución y se prevé que regrese «exactamente» al promedio histórico del 6,7% en relación a la renta disponible el próximo año.Durante la primera mitad del año, se observó un aumento en la tasa de ahorro, principalmente debido a que los hogares consideraron necesario realizar pagos anticipados para amortiguar de alguna manera el impacto del aumento del Euríbor en sus costos financieros. Las proyecciones de Funcas sugieren que la tasa de ahorro de los hogares, calculada en función de la renta disponible, volverá exactamente al promedio histórico del 6.,% el próximo año, en contraste con el 8,2% pronosticado para el 2023 y el 7.6% registrado en el 2022. De esta manera, la tasa se ubicaría promedio de 2014 y 2019.