Según el Consejo de la UE, Europa tiene en la actualidad más de 21.000 millones de euros en activos congelados dentro de las fronteras comunitarias y, en conjunto a los países del G7, el Banco Central de Rusia cuenta con 300.000 millones de euros bloqueados.
La presidenta de la Comisión Europea, Von der Leyen, sugirió este viernes una propuesta para encontrar la manera de utilizar los ingresos procedentes de esos activos «que actualmente benefician a un número limitado de instituciones financieras de la Unión Europea», comentó. Von der Leyen aseguró que estos beneficios ya son bastante considerables y que la idea de Bruselas es «reunirlos y luego canalizarlos a través del presupuesto de la UE ‘en bloque’ hacia Ucrania y para la reconstrucción del país».
Sin embargo, Volodin advirtió de que dicha decisión «requerirá de la Federación Rusa una respuesta simétrica» y amenazó a la UE al asegurar que «se confiscarán muchos más activos pertenecientes a países inamistosos que nuestros recursos congelados en territorio de Europa», según escribió Volodin en su canal de Telegram.
Bruselas lleva tiempo planteando la forma de reconstruir Ucrania tras la guerra, que según el Banco Mundial costaría casi 400.000 millones de euros, como estimó en marzo.
Según los datos del Instituto para la Economía Mundial de Kiel (Ifw), los países e instituciones europeas han aportado ya más de 130.000 millones de euros a los esfuerzos bélicos y económicos de Kiev, y la utilización de los activos congelados a Rusia para ayudar con los esfuerzos financieros de la posguerra ha sido una opción que lleva tiempo rondando Bruselas.
Las autoridades rusas ya tacharon de «robo» la decisión de EEUU de destinar 5,4 millones de dólares de bienes congelados a oligarcas rusos para apoyar a los veteranos ucranianos.