Sin embargo, a las hipotecas variables todavía les queda una larga temporada de cuotas al alza, teniendo en cuenta no se esperan recortes del precio del dinero hasta bien entrado el año que viene. La tasa mensual, que a falta de un valor se sitúa en el 4,165%, es solo un poco más alta que la del mes anterior (4,149%), pero bastante superior que la de hace un año (2,629%). Así, los préstamos a los que les toque revisión se encarecerán de media unos 125 euros al mes o 1.500 euros al año.
Las expectativas de que los tipos de interés permanezcan altos mucho tiempo aleja las esperanzas de rebajas en las letras hipotecarias hasta 2025. Las proyecciones apuntan a que el BCE empezará a bajar las tasas rectoras en la segunda mitad de 2024, siempre y cuando la inflación esté controlada, de manera que se espera que el euríbor se mantenga en los niveles actuales durante varios meses. “Los analistas tienen sus ojos puestos en la primavera de 2024 para los primeros recortes de tipos, que previamente se irán descontando en el euríbor a 12 meses.
El BCE no tocó los tipos de interés en su reunión de la semana pasada, después de haberlos subido de forma ininterrumpida en diez ocasiones desde julio de 2022, ante una inflación que está remitiendo. No obstante, su presidenta, Christine Lagarde, advirtió de que los precios de la energía pueden repuntar más debido al aumento de las tensiones geopolíticas en Oriente Medio. Así, no está claro qué pasará en la cita del 16 de diciembre.
El euríbor lleva cinco meses por encima del 4% y ha llegado a superar el umbral del 4,2%, situándose en niveles no vistos desde finales de 2008. En agosto rompió la racha alcista en la media mensual y este mes de octubre ha registrado su menor subida en un mes desde el inicio de su escalada en 2022.
Los bancos ven cómo el negocio hipotecario está de capa caída (la firma de hipotecas ahondó su descenso a casi el 23% en agosto) e intentan hacer lo posible por captar clientes, sobre todo en este parte final del año para poder llegar a sus objetivos anuales. En este contexto, hay algunas entidades que han bajado precios en su catálogo, otras que mejoran las ofertas en función del perfil del cliente y la negociación cara a cara y algunas que incluso han subido los intereses porque no lo habían hecho antes.
Según los últimos datos de Estadística, las hipotecas fijas siguen siendo la opción más elegida y las variables están ganando algo de terreno (a principios del 2023 representaban el 32% del total, mientras que ahora suponen un 42%).