La lucha del BCE contra la inflación podría requerir otro aumento de los tipos, señaló Schnabel en un discurso en St. Louis, que recoge ‘Bloomberg’. «Después de un largo período de alta inflación, las expectativas de inflación son frágiles y nuevos ‘shocks’ del lado de la oferta pueden desestabilizarlas, amenazando la estabilidad de precios a medio plazo». Y añadió que «esto también significa que no podemos cerrar la puerta a nuevas subidas de tipos». Sobre todo, remarcó, porque hemos tardado un año en pasar del 10,6% al nivel actual de inflación (se frenó en seco en octubre al caer al 2,9%), y ahora «se espera que lleve aproximadamente el doble de tiempo llevarla desde aquí al 2%».
De hecho, comparó este objetivo con el tramo final de un maratón, que «a menudo se dice que es el más difícil». «El proceso de desinflación durante la última milla será más incierto, más lento y más accidentado», afirmó Schnabel, remarcando que los nuevos ‘shocks’ que acechan al mercado, como las tensiones en Oriente Medio, las huelgas en las plantas de GNL en Australia y el calentamiento global, son elementos que «podrían hacer descarrilar el proceso de desinflación».
Por ello, pidió perseverancia y vigilancia. «El objetivo de inflación ahora está al alcance de la mano», aseveró, «pero celebremos solo una vez que realmente hayamos recorrido el último kilómetro».