Así lo aseguró el consejero delegado Enagas, en una conferencia con analistas para presentar la cuenta de resultados de Enagás correspondiente a 2022. Hay que recordar que atrás hemos dejado un año en el que las centrales de gas funcionaron a pleno rendimiento y fueron la primera tecnología de producción de electricidad del país, copando el 24,7% del mix. En total, generaron unos 68.138 GWh, un 53% más que en 2021, superando a la nuclear y a la eólica en 12.154 y 6.962 GWh, respectivamente. En verano se produjo la tormenta perfecta: ola de calor, falta de viento, una gran sequía y una mayor exportación al país galo.
De tal modo, el 2022 terminó con una demanda de gas natural por parte de las eléctricas de 138.037 GWh, lo que se traduce en un incremento del 52,7% frente al curso precedente y el valor más elevado desde 2010. Por el contrario, Enagás prevé que este año se incremente la demanda convencional, destinada al consumo de hogares, comercios e industrias debido, principalmente, a la recuperación de la actividad de las últimas. Las previsiones la compañía apuntan a una demanda de 251 TWh, lo que significará una subida interanual del 11%, aunque muy por debajo de los niveles registrados desde 2019. Sumando demanda convencional y del sector eléctrico, el consumo se situará en torno a los 360 TWh, un 1,5% menos que en 2022.
Bajo el plan Más Seguridad Energética (+SE), presentado por el Gobierno en octubre del año pasado, España ha reducido su demanda de gas natural un 22% sin considerar las exportaciones, que se incrementa hasta el 24% al tener en cuenta el saldo importador de los cinco años precedentes. La demanda acumulada de electricidad, por su parte, ha bajado un 7,5%, equivalente a 20 días de consumo de gas, según el Ministerio para la Transición Ecológica. De las 73 medidas que contiene el plan, un total de 47 ya se han implantado o se implementarán en breve, y varias más, de medio y largo plazo, han iniciado ya su desarrollo.