En la manifestación, convocada por la sociedad civil y apoyada por los partidos políticos PP y Vox, han tomado la palabra diferentes personajes que forman parte de la sociedad civil y que se oponen a las actuales medidas que el Ejecutivo de coalición, electo hace tan solo dos días, pretende llevar a cabo.
Los oradores han expresado un mensaje claro contra la medida de gracia y los pactos que el líder del PSOE ha suscrito con los partidos independentistas: «Hoy y todos los días, quien resiste gana». «No vamos a dejar que España, por puro oportunismo político, deje de ser una referencia mundial en el respeto del Estado de derecho. Esta ley de amnistía es peligrosa para la democracia liberal, y también para la unidad de España», ha expresado el eurodiputado portugués Rangel –el más aclamado por el público debido a su contundencia– desde el escenario.
En esta línea también se ha posicionado el filósofo y columnista Savater, que ha sido el encargado de cerrar el acto: «Hay que hacer cosas. Hoy es el primer paso de una resistencia que tiene que continuar. El Gobierno confía en el aburrimiento, en el cansancio. Tenemos que continuar luchando contra la cobardía y el aburrimiento. No somos siervos, somos ciudadanos libres iguales». Además, el filósofo ha aseverado con tono irónico que «hay una sola cosa en el que estoy de acuerdo con el Gobierno, la escolta a Puigdemont, que a mí me parece bien. Hay que escoltarlo, a Puigdemont, llevarlo a Alcalá Meco y dejarlo allí unos cuantos años». «No os aburráis, no os canséis. No toleréis lo intolerable. Adelante todos nosotros. ¡Viva España!, ¡Viva la Constitución! y ¡Viva el Rey!». ha zanjado Savater.
Por su parte, el acto se ha encargado de abrirlo Julia Calvet, presidenta de la organización juvenil y constitucionalista S’ha Acabat!. Calvet ha reprobado al separatismo catalán por querer representar a todos los ciudadanos de esa comunidad autónoma. «¿Quién se creen estos separatistas para hablar en nombre de Cataluña y todos los catalanes?», se ha preguntado.Igualmente, la presidenta de S’ha Acabat! también ha subrayado que «la mayoría de los españoles no estamos dispuestos a todo esto. Los jóvenes seguiremos a pie de calle. Pedimos a todas las instituciones que levanten el teléfono y detengan el golpe. Por nuestros padres, y por nuestros abuelos. Por tantos jóvenes que luchamos en las universidades. Ni un paso atrás, porque España no se vende, España se defiende».
El dramaturgo Boadella, que ha intervenido de manera telemática, ha concluido con gracejo su discurso asegurando que «me jode admitir que mi vida empezó en una dictadura militar y va acabar en una dictadura progre», a lo que el público, entre risas, se ha puesto a clamar «a mí también me jode».
Ovejero, profesor de Economía de la Universidad de Barcelona, ha cargado contra el PSOE por sus relaciones con el secesionismo. «Los socialistas están del otro lado, con aquellos que nos han dicho que volverán a saltarse la ley. Sé que en esta plaza hay muchos socialistas que se avergüenzan del partido que alguna vez fue suyo. Un PSOE que se ha degradado para siempre y que está ideológicamente muerto y bien muerto», ha dictaminado.
Asimismo, el escritor Andrés Trapiello ha relatado que la ambición personal de Sánchez «no tiene límites ni escrúpulos». «A Sánchez le espera un imposible, convencer a los españoles que lo blanco es negro», ya que «el proyecto de Sánchez es la mentira y miente cuando lo necesita», ha apostillado el autor de Madrid. Miguel Henrique Otero, periodista venezolano exiliado y perseguido por el régimen de Maduro, se ha posicionado a este respecto y ha afirmado que la amnistía «avanza sin descanso a la destrucción de España», y ha rogado «que este entrañable país continúe unido para todos».
Conchita Martín, viuda de un guardia civil asesinado por la banda terrorista ETA ha pedido, con voz ronca, «libertad, democracia plena y justicia libre e independiente para todos los ciudadanos de este país». El acto ha finalizado con todos los oradores en el estrado y entonándose el himno de España ante la escucha atenta de los asistentes.