Curiosamente en el ultimo fin de semana la reunión a puerta cerrada de los socialista en el IFEMA madrileño ha estado protagonizado por elementos novedosos: los ataques a todo lo que huela a popular, la ausencia de las banderolas rojos y su sustitución por numerosas banderas españolas. Es decir, la orden de los organizadores ha sido tratar de minimizar las mareas de banderas españolas que han inundado las calles de todas las capitales durante las ultimas semanas con la presencia de estos mismos elementos en los mítines socialistas.
Si alguien busca imágenes, por ejemplo del mitin de cierre de las elecciones del 23 J podrá ver como solo ondeaban banderas rojas socialistas. En contrapartida hoy en Ifema, decenas de enseñas nacionales ondeaban junto a las del logo socialista, las de la UE y alguna otra lgtb, en un recinto abarrotado como buscaban los socialistas, y para lo que han fletado autobuses desde todas las regiones de España, en aras de reflejar unidad en un clima de tensión tras los pactos alcanzados con el separatismo.
Evidentemente el contexto de una y otra reunión no es el mismo, Hoy los socialistas andan con el rabo entre las piernas por los líos en los que les mete du secretario general y los cambios de opinión injustificable en los que incurren sus dirigentes acostumbrados a cambiar de criterio como de chaqueta, quizá por eso pueda ser que la simbología socialista ha entrado en una nueva etapa y han
decidido ahora impostar una especie de orgullo patriótico y repartir en el gran acto tras la investidura de Sánchez decenas de banderas nacionales que hasta la fecha escaseaban en sus mítines.
Habrá que esperar y ver como evoluciona todo este cambio que puede incluso llegar a afectar a su gran símbolo, el puño con la rosa. Con Sánchez y sus cambios todo es posible, a lo mejor incluso dejan el color ¡rojo y se pasan al rosa o al verde