De acuerdo el índice de gestores de compra (PMI), que elaboran conjuntamente S&P Global y el Hamburg Commercial Bank, el retroceso de la producción, los nuevos pedidos y la actividad de compras a lo largo del mes pasado llevaron a la industria a racionalizar las operaciones de sus plantas, y tanto las existencias como el empleo se redujeron también. El índice, que se ha publicado este viernes, se situó en 46,3 puntos desde los 45,1 de octubre. En este indicador, cualquier resultado por debajo de 50 implica que se está produciendo una contracción de la actividad. Las propias empresas identificaron la incertidumbre política como un «gran problema» que ensombreció las ventas y la producción. No obstante, los expertos que elaboran este informe explican que, dado que «la tan esperada formación de gobierno tuvo lugar a mediados de noviembre, es posible que la incertidumbre política pase más bien a un segundo plano durante los próximos meses».
De momento, en un contexto de persistentes incertidumbres políticas y económicas, el optimismo sobre el futuro siguió siendo moderado. «El sector manufacturero español sigue en marcha atrás», explica de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank, quien incide en que la confianza en el futuro sigue en territorio positivo, aunque por debajo de la media histórica.
En concreto, la producción y los nuevos pedidos «cayeron bruscamente en noviembre». La primera lo hizo al mayor ritmo de todo el ejercicio y por séptimo mes consecutivo. Mientras, los nuevos pedidos encadenan ocho meses consecutivos de descenso. Las empresas industriales encuentran dificultades para captar negocios en el extranjero. Esto se tradujo el mes pasado en un retroceso de los nuevos pedidos de exportación, que acumulan ya veintiún meses a la baja.
Lo anterior llevó a las empresas a reducir notablemente su actividad de compras y a recortar modestamente los niveles de personal en sus plantas. La información suministrada por el sector manufacturero apunta, así, a un alto grado de capacidad sin utilizar.
En noviembre los encuestados apuntan a una fuerte competencia de precios en las cadenas de suministro. Aunque, en general, los proveedores tardaron más en entregar los insumos, los precios de los proveedores disminuyeron. Así, los precios medios de los insumos cayeron por noveno mes consecutivo, y la tasa de deflación se aceleró hasta alcanzar su nivel más pronunciado desde julio.
En concreto, una amplia gama de productos vio disminuir su precio, incluidos los plásticos, el papel y los alimentos. El informe explica que, al enfrentarse a desafíos similares de competencia en el mercado y con la necesidad de estimular las ventas, los fabricantes españoles también redujeron sus precios de venta por octavo mes consecutivo en noviembre.
La caída en Europa es aún superior
El panorama para la industria del conjunto de la Eurozona no fue mucho mejor el mes pasado. La pérdida de actividad de las fábricas continuó, si bien lo hizo a un ritmo algo inferior que en octubre. El índice PMI de la región se situó en 44,2 puntos, frente a los 43,1 de octubre, acumulando así diecisiete meses consecutivos por debajo del umbral que conlleva un avance de la actividad.
La industria redujo personal por sexto mes ante el marcado deterioro de la demanda y la consiguiente disminución de las cargas de trabajo, algo que viene sucediendo ya desde hace año y medio. La encuesta también revela una nueva y pronunciada reducción de los costes para las fábricas de la zona euro, al mismo tiempo que los precios de venta también continuaron bajando, tal y como viene sucediendo desde el pasado mes de mayo.