El Gobierno ha propuesto a la Comisión Europea la relajación temporal del marco de ayudas de Estado para ciertos sectores estratégicos, como las renovables o el vehículo eléctrico, con el objetivo de acelerar las inversiones de los planes de recuperación.
En un documento remitido a la Comisión, el Gobierno detalla su propuesta de Pacto por la Economía Verde con el que pretende impulsar la competitividad de la industria europea, una estrategia que pasa por extender las inversiones hasta 2030, más allá del actual horizonte de los planes de recuperación. La propuesta española identifica diez sectores clave: renovables y nuevas fuentes de energía, descarbonización de la industria tradicional, hidrógeno verde, economía circular, vehículo eléctrico, fabricación de paneles solares, procesamiento sostenible de materias primas, semiconductores, investigación de 5G, 6G e inteligencia artificial e investigación en las industrias de la salud y agroalimentaria.
Con la propuesta del Gobierno, los proyectos de estos sectores recogidos en los planes de recuperación tendrían acceso, temporalmente, a un marco más flexible y ágil de resolución de procedimientos de ayudas de Estado, dada la necesidad de dar una respuesta eficiente a las «masivas» inversiones públicas y privadas que llevan asociadas. Asimismo, se optimizarían los procedimientos para que las empresas tengan una mayor certidumbre sobre la cantidad de ayudas públicas que van a recibir y su calendario de recepción, con suficiente transparencia para evitar distorsiones en el mercado interno. El nuevo marco, detalla el documento, permitiría cubrir la totalidad de la duración de los proyectos estratégicos ligados a los planes de recuperación, así como los proyectos transfronterizos, simplificaría las normas de compatibilidad entre los diferentes instrumentos financieros europeos y facilitaría los procedimientos.
Junto con el nuevo marco de ayudas de Estado, uno de los principios clave de esta propuesta es la reforma del mercado eléctrico europeo, que actualmente es una de las principales desventajas competitivas de la industria, pero también reclama unas nuevas reglas fiscales que ofrezcan certidumbre a gobiernos y mercados sobre la senda de consolidación fiscal en un contexto de elevada inversión pública. Además, el pacto pasa por una reforma de la regulación de las finanzas verdes, que previsiblemente se cerraría durante la presidencia española del Consejo Europeo, para garantizar que se movilizan los recursos públicos y privados necesarios para financiar la transformación económica.
A corto plazo, señala, los proyectos pueden financiarse con el presupuesto europeo y los presupuestos nacionales -una vez reformado el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y puesto en marcha el marco temporal de ayudas de Estado-, pero a medio plazo serán claves el Banco Europeo de Inversiones, la unión bancaria y la unión del mercado de capitales.
La propuesta, enmarcada en la reforma del marco de ayudas de Estado que la Comisión Europea pretende cerrar este mes, va acompañada de una carta de la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, a la vicepresidenta de la Comisión Europea Margrethe Vestager, donde defiende la necesidad de lograr «un modelo de crecimiento sostenible».