Las negociaciones, que afectan a casi 141.000 empleados, arrancaron el pasado 31 de octubre, cuando todavía estaba en vigor el actual convenio, que vence el próximo 31 de diciembre. Uno de los objetivos de los representantes de los trabajadores es lograr una subida salarial por encima de la recogida en la negociación colectiva.
Para los sindicatos es acuciante lograr un acuerdo ante la pérdida de poder adquisitivo que llevan sufriendo los trabajadores del sector, y esperan lograrlo de manera rápida. Sobre la mesa está mejorar el acuerdo arrancado para este año, que contemplaba una subida salarial del 4,5%. Sin embargo, el hecho de que el año pasado la inflación acabara en el 8,4%, ha hecho que entre los objetivos a lograr en estas nuevas negociaciones sea el de lograr una subida del 4% adicional para este 2023 y que se aplicaría con efectos del 1 de octubre.
En ese sentido, fuentes sindicales aseguran que los bancos, Santander, BBVA o Sabadell entre otros que están bajo la AEB, o las cajas, con Caixabank o Unicaja Banco bajo la CECA, parten de una situación muy ventajosa si se tienen en cuenta los beneficios que han presentado las entidades financieras en los 9 primeros meses del año y las perspectivas que hay de cara a futuro, y que incluyen no sólo el cierre de este ejercicio, sino a las previsiones que manejan las propias entidades de cara a los próximos trimestres. Y es que las previsiones también son positivas, ya que seguirán elevando los ingresos como consecuencia de la subida de los tipos de interés y de la repreciación de una parte de la cartera del crédito por el euríbor que no lo ha hecho todavía.
Para 2024 el planteamiento es similar. Para empezar buscarán un incremento en tablas del 5% más un 1% adicional en función del IPC y otro 1% según los beneficios. En ese sentido, aunque valoran el acuerdo para 2024 de un incremento del 3% recogido en el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva consideran que se quedaría corto. Desde otro sindicato explican que no se puede aplicar la misma subida salarial a sectores totalmente distintos con una situación financiera diferente.
La propuesta de las fuerzas sindicales también incluye una subida salarial para 2025 del 4% más el 1% en función del IPC y otro 1% según los resultados de los grupos bancarios y para el último año en el que estaría vigente el convenio, 2026, sería una subida salarial del 4% más el 1% que dependerá de la inflación y otro 1% de los beneficios. Asimismo, los sindicatos pedirán garantías de que estos aumentos pactados y abonos no recurrentes se apliquen a toda la plantilla «sin compensación ni absorción ni mecanismos similares». En términos generales los sindicatos buscarán lograr una recuperación de poder adquisitivo con un incremento salarial entre el 17% y el 23% en tres años
Finalmente, la propuesta sindical también contempla topar los préstamos hipotecarios de los trabajadores del sector. En ese sentido, la iniciativa consiste en lograr un tope del 1% hasta el 1 de octubre del próximo año, aunque dejaban la puerta abierta a que esta medida fuera ampliable en plazo para los créditos destinados a la compra de vivienda. Sin embargo esta medida es la que parece que menos probabilidades tiene de salir adelante puesto que ya hay bancos que recogen estas limitaciones.
En concreto, al menos 50.000 trabajadores del sector bancario se podrían beneficiar de las facilidades de que ofrecen las entidades para las que trabajan a la hora de cambiar el préstamo de tipo variable a tipo fijo (como BBVA) o ver topados sus créditos. En concreto, Abanca, Banco Santander, Unicaja Banco o Kutxabank ya establecieron limitaciones a sus prestamos, que van desde el 1% hasta el 1,97%.